18 de junio de 2012

Arqueoastronomía en Rapa Nui

“Si podemos extraer de los megalitos, centros ceremoniales o templos, alguna evidencia de la observación de los distintos tipos de obvios  e importantes fenómenos  que aquí se han discutido, podremos adquirir cierto discernimiento de las necesidades y de la evolución de la mente humana.” Edwin C. Krupp, En la búsqueda de la astronomía de la antigüedad (1978)
La Luna Llena (Mahina Omotohi), detrás del ahu Ko Te Riku en Tahai. Foto: Ian Parker 2006
Vía Láctea (Te Ngo'e), nebulosas Coalsack 
y Carina, y nubes Magallánicas
en ahu Tahai.Foto: Wally Pacholka
 
Funcionalidad
La arqueoastronomía es la disciplina científica que estudia la orientación astronómica de los monumentos antiguos, el estudio de las prácticas astronómicas de las culturas antiguas, su relación con los cielos, sus mitologías, religiones y cosmologías. Sin lugar a dudas, la razón principal de construir estas estructuras era religiosa. Cuando se establecía una orientación a un equinoccio o solsticio, se recogía la manifestación de una divinidad celeste en determinado momento del año. Pero la funcionalidad práctica también era importante. El comienzo de las épocas de la cosecha, la siembra, o la captura de determinadas especies marinas (aves, peces, tortugas) cuya aparición seguía patrones estacionales, fueron momentos perfectamente reflejadas en los movimientos del sol, la luna y las estrellas, que los antiguos identificaban perfectamente y reflejaban en la orientación de sus monumentos.
No debemos olvidar que el estudio de la arqueoastronomía, como el de todas las ciencias que estudian el pasado, está sujeto a una posible deformación histórica. Es necesario desprenderse de las opiniones del presente, para realizar un análisis desde la perspectiva de quienes vivieron en los tiempos que se pretenden estudiar. Lo que nosotros podríamos interpretar como magia o ritos, para ellos era su única forma de vida, lo que guiaba numerosos aspectos de la misma. Era su ciencia, y su realidad.
¿Alineaciones casuales o intencionadas?
Realizar una orientación no era algo tan complejo, y tampoco son tan precisas como se cree. El desplazamiento del sol es reducido, por lo que un monumento orientado hacia un fenómeno astronómico relacionado con el astro rey, estará orientado durante casi un mes hacia ese fenómeno. Las alineaciones equinocciales son más precisas y complejas porque el movimiento del sol en estas épocas es más acelerado. 
Puesta del Sol (Ra'a), en ahu Tongariki. Foto: Philippe Guasch Pont
Eclipse total de Sol (Ra'a) en Anakena.
Abajo: ahu Nau Nau. Foto: S.Guisard
¿Pero hasta qué punto no será todo producto de la casualidad? La arqueoastronomía tiene varios problemas para su estudio y su credibilidad, porque muchos cálculos arqueoastronómicos no se han realizado sobre el terreno y sólo se ha tenido en cuenta el horizonte astronómico (no el natural), y no se han tenido en cuenta los movimientos, los cambios propios de las estrellas (el cielo ha ido cambiando). Por lo tanto, muchos resultados que en un momento pudieron resultar atractivos, luego han resultado erróneos. Diferenciar lo que es una alineación casual de una intencionada, es el mayor desafío al que se enfrentan en las últimas décadas los investigadores de la arqueoastronomía, con estudios que más que hallar nuevos monumentos supuestamente alineados a fenómenos como solsticios o equinoccios, se dirigen a encontrar modelos repetitivos en alineaciones, para demostrar que no es algo casual, sino intencional. Para ello es necesario además, recopilar el máximo de información posible arqueológica, documental e histórica.
Solsticios, equinoccios y eclipses
Solsticio: el solsticio es el día más largo del año, cuando el Sol alcanza su máxima declinación con respecto al ecuador terrestre. La palabra viene del latín solstitium, o sol quieto. Permanece visible para nosotros en el horizonte durante más de trece horas.
Equinoccio: del latín aequinoctium, que significa, noche igual. En este caso, tanto en los de primavera como en los de otoño, los días y las noches son exactamente iguales en duración. Ocurren en marzo y en setiembre y marcan los cambios de estaciones.
Eclipse lunar: para que pueda darse, necesariamente deben alinearse la Luna llena, la Tierra y el Sol. La Luna cruza a través de la sombra de la Tierra proyectada por la luz del Sol, y se tiñe de rojo debido a que los rayos solares, al pasar a través de la atmósfera terrestre, se descomponen, filtrando las radiaciones de onda corta, azules, y permitiendo el paso de las de ondas más larga, rojas.
Eclipse solar: se produce cuando la Luna oculta al Sol, desde la perspectiva de la Tierra, y sólo puede darse durante la Luna Nueva. Suceden dos por año sin falta, aunque pueden darse hasta cuatro o cinco. Puede ser parcial, semiparcial, total o anular.
Isla de Pascua
“… [los polinesios] distinguen las estrellas individualmente por nombre y saben en qué parte del cielo aparecerán, en cualquiera de los meses durante los cuales son visibles en el horizonte; ellos también saben el momento de su aparición y desaparición anual, con mayor precisión de la que un astrónomo europeo pudiera difícilmente creer.” Capitán James Cook, Los diarios del Capitán James Cook en su Viaje de descubrimiento (1777)
Nube Magallánica, Canopus y Sirius (Te Pou) en ahu Piro Piro. Foto: Stéphane Guisard
Vía Láctea (Te Ngo'e) y nubes Magallánicas
sobre ahu Tongariki. Foto: Wally Pacholka

Aunque reservados a especialistas, los conocimientos astronómicos de los polinésicos eran elevadísimos, y los cambios de estaciones se acompañaba de ritos y ceremonias que permitían dar inicio a siembras y cosechas. El conocimiento del movimiento de los astros, su observación sistemática y los cambios de las estaciones, las fases de la luna y la definición de un calendario, la ocurrencia de fenómenos como eclipses o cometas, y su relación mágica con la vida de los hombres y la naturaleza, formaba parte de la vida en la antigua Polinesia y también en Rapa Nui. En las lenguas y dialectos polinésicos el número y variedad de términos para estrellas y planetas, cometas y meteoros, ascenso y descenso de estrellas, el sol y la luna, reflejan la importancia que para ellos poseían los cuerpos celestes y los fenómenos astronómicos.
Además de sus implicancias religiosas y prácticas para las labores cotidianas en el mar y la tierra entre los polinésicos, sobre todo utilizaban estos conocimientos sabiamente para navegar a rincones tan recónditos como la Isla de Pascua. ¿Cómo podrían, si no, cubrir aquellas enormes distancias sin la asistencia de instrumentos? Navegaban bajo la guía de los vientos, el vuelo de las aves y las corrientes marinas.  Pero también de las estrellas. Además, contaban con una avanzada tecnología de navegación para construir grandes canoas dobles de hasta treinta metros de largo, tipo catamaranes.

Puesta del Sol (Ra'a) en ahu Vai Uri en el complejo Tahai. Foto: Philippe Guasch Pont


Ahu Huri A Urenga.
Foto: Karsten Rau


Ahu moai
La orientación de ahu moai que miran hacia la salida o puesta del sol en solsticios y equinoccios es frecuente en la isla. El monumento más notable desde el punto de vista astronómico, es el ahu Huri A Urenga, en el interior de la isla entre Puna Pau y Maunga Orito, orientado hacia el este para mirar la salida del sol detrás del Poike en el solsticio de invierno, marcando el comienzo de la estación de Tonga nui (invierno, junio). Además, está alineado con dos cerros vecinos (maunga Mataengo y maunga Tararaina)  y con otros dos pequeños ahu desde los que es perfectamente visible el Huri A Urenga, y por si fuera poco, cerca de la plaza o tahua del ahu, existen una serie de cinco cavidades antrópicas horadas sobre piedra que presentan connotaciones astronómicas comprobadas científicamente por astrónomos acreditados, aunque no se sabe cómo estos fueron utilizados, tal vez como referentes durante la construcción del ahu y tahua. Su único moai se distingue por la particularidad de poseer cuatro manos.

Orión (Tautoru) y Aldebarán en ahu Tongariki. Foto: S.Guisard

El más impresionante ahu de la isla, el Tongariki, derribado primero durante las guerras tribales del siglo XVII, esparcidos luego sus restos durante el tsunami que asoló la isla en 1960, y restaurado entre 1995 y 1998 por Claudio Cristino, señala el solsticio de verano. En el ahu Vinapu, una línea perpendicular a la fachada más septentrional del Vinapu 1 apunta en dirección a la elevación solar del solsticio de verano, y una perpendicular similar del Vinapu 2 está a lineada con el punto de elevación solar del equinoccio.

El ahu Heki’i tiene dos grandes ahu o plataformas, y sus cuatro moai, ahora derribados, miraban probablemente hacia la salida o la puesta del sol equinoccial, y una perpendicular a la fachada de la plataforma mayor está orientada hacia la salida del sol en el solsticio de la estación de tonga nui (invierno, junio). En el ahu Tepeu, los ocho moai que en el pasado estuvieron allí de pie, cuatro en cada plataforma, actualmente también derribados, se encaraban hacia la salida del sol del primer día del verano (solsticio) rapanui (21 de diciembre). Sin embargo, es necesario puntualizar que el 90% de las plataformas o ahu costeros, también tienen sus ejes de longitud paralelos a la costa adyacente, y la línea costera donde está emplazado este ahu también está orientada astronómicamente, por lo que perfectamente podría tratarse de una casualidad.
Orión (Tautoru), Sirius (Te Pou) y Pléyades (Matariki) sobre el Rano Raraku
Foto: Stéphane Guisard

Por el momento, casi todas las evidencias de implicancias astronómicas e los ahu moai, son en relación con el sol, aunque algunos ahu nos indican que dispusieran estas estructuras orientadas hacia los planetas, la luna o las estrellas, pero nada que haya podido ser comprobado. Sin embargo hay un pequeño moai que se encuentra en el terreno del Museo Sebastián Englert, que se llama ahu moai A Mata Mea. El nombre de Matamea en lengua rapanui, significa “ojo rojo” que es el nombre con que se conoce a Marte en esta cultura, y el vocablo “A” indica posesión, por lo que el nombre podría transcribirse como “el moai que pertenece a Marte”. Además, el moai es el único en la isla esculpido en su totalidad con escoria roja o hani hani (material utilizado para los moños o pukao e el resto de moai). Su relación práctica con Marte no ha podido ser comprobada, pero todo indica que de alguna manera que desconocemos, estaba relacionado con este planeta. Se sabe que los rapanui, como muchos otros pueblos de la antigüedad, temían los momentos en que aumentaba el brillo de este temible planeta, por lo tanto, no es de extrañar que tuvieran un monumento dedicado al mismo.
Tablilla o kohau rongorongo, llamada Mamari (Roma)
Tablillas rongorongo
También en tablillas rongorongo, particularmente una que se encuentra en Roma, la Mamari, se ha podido comprobar, no sólo el parecido morfológico de algunos signos con los de ciertos petroglifos de indudable índole astronómica, sino que parece haber sido diseñada y ejecutada exclusivamente en tanto que lista de instrucciones para la navegación sideral a través del océano, según estudios de Guy.
Observatorio astronómico o tupa. Foto: Alex Guerra 2005
Petroglifos
La existencia de motivos astronómicos en algunos petroglifos es indiscutible. Representaciones asociadas a la bóveda celeste, como cometas, lunas crecientes, estrellas y patrones de constelaciones, se dan en muchos de ellos.
Observatorios o tupa
Es indudable también el uso para la observación de algunos observatorios astronómicos o tupa, estructuras de piedra de dos a tres metros de diámetro, con un espacio interior para resguardarse. Los primeros visitantes afirmaron que servían de atalaya para la observación del mar y la caza de grandes peces y tortugas, pero al menso tres de ellos se encuentran demasiado alejados del mar como para haber servido a estos propósitos, por lo que estudios recientes indican que en realidad eran utilizados como observatorios astronómicos.
Basamentos de hare paenga. Foto: Alex Guerra 2005
Casas-bote o Hare paenga
Varias de las estructuras alargadas de más de 15 metros de longitud, llamadas casas-bote o hare paenga, se hallan orientadas hacia el norte astronómico, pero es muy difícil probar que esta orientación no es mera casualidad.
Los eclipses
A través de toda la Polinesia, como en muchas otras regiones en la antigüedad, los eclipses eran vistos como presagios amenazantes o especialmente peligrosos que traerían innumerables desgracias sobre la población. Para los rapanui, era el dios maligno Katiki que vivía en el cráter de la cima del Poike, que de vez en cuando devoraba al sol (ra’a) o la luna (mahina).
Eclipse total de Sol (Ra'a) sobre ahu Nau Nau en Anakena. Foto: Stéphane Guisard
Otros monumentos megalíticos con orientaciones astronómicas. 
Europa. En Stoenehenge, muchas de las piedras fueron recolocadas en tiempos contemporáneos, pero es sin embargo uno de los casos más conocidos, aunque no demasiado fiable, ya que muy pocas de sus alineaciones las podemos considerar como válidas, sobresaliendo la alineación solsticial. En las taules de Menorca se dan alineaciones entre las taules y los elementos del muro asociado, encontrándose alineaciones con múltiples estrellas y constelaciones, casi demasiadas, para ser realidad. En el mundo antiguo las alineaciones eran más concretas, no una mezcla tan compleja. Las iglesias medievales de Portugal con orientación este, es repetitiva y en España hay algunas también orientadas al este, con un trasfondo más allá de lo cristiano. África. La teoría de Orión de Robert Bauval (1989), propone que algunas pirámides de Egipto reflejan en la Tierra el dibujo de la constelación de Orión, y que la orientación de algunos canales interiores de la pirámide de Keops también lo están. América. En la pirámide de Kukulcán (Chichén Itzá), el número de peldaños está relacionado con el inframundo y el calendario maya.
Puesta de Sol (Ra'a) en ahu Vai Uri. Complejo Tahai. Foto: Alex Guerra Terra 2005
Conclusiones
Cuando hablamos de arqueoastronomía, no lo hacemos sólo desde un punto de vista científico, sino de una mezcla de visiones humanas del pasado y su relación con el cosmos. En la Isla de Pascua, es la escasez de registros históricos la que nos pasa la cuenta, generando una gran distorsión a la hora de proponer deducciones. Pero es necesario seguir trabajando sobre este tema. La base de la ciencia astronómica actual es producto de la evolución de la relación del hombre con los cielos desde épocas muy antiguas.  Sin la arqueoastronomía, pues, no podríamos realmente entender cómo llegamos a donde estamos, desde una perspectiva social y científica.
Ahu Tongariki y la Vía Láctea (Te Ngo'e). Foto: Manel Soria 2009
Bibliografía
José Lull (editor). 2006. Trabajos de arqueoastronomía. Ejemplos de África, América, Europa y Oceanía. Agrupación astronómica de La Safor. Oliva
Juan Antonio Belmonte Avilés. 1999. Las leyes del cielo. Astronomía y civilizaciones antiguas. Temas de Hoy
William Liller. 1993. Los antiguos observatorios solares de Rapa Nui. Easter Island Foundation y Cloud Mountain Press
Alan Drake. 1992. The ceremonial center of Orongo. Easter Island Foundation.
Georgia Lee. 1992. Rock Art of Easter Island: Symbols of Power, Prayers of the Gods. Monumenta Archaeologica. UCLA

6 comentarios:

  1. Hola, me interesa mucho el tema sobre el cual expones, y me gustaría obtener mas información acerca de la arqueoastronomía de la Isla de Pascua.
    Tambien si me pudieras ayudar a conseguir el libro de William Liller, ya que lo he buscado para comprarlo sin resultados.
    Muchas gracias por tu ayuda

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    1. Hola Francisca, gracias por tu comentario, no hay demasiados trabajos sobre la arqueoastronomía de RN, pero tengo algunos pdf que podrían ayudarte. Si me dieras un e-mail, te los envío, son de autoría de un amigo. El libro de Liller lo tengo, pero no tengo idea de dónde puedes encontrarlo a la venta, quizá si te pones en contacto con la EIF. Mi e-mail es marialeguerra2000@hotmail.com. Envíame uno tú, y te remito toda la info que pueda.

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    2. Hola Ales. Enohrabuena por tu trabajo, excelente artículo! Yo también estoy interesado en la arquoastronomía de Rapa Nui... y sobre su tradiciones astronómicas, esto es no sólo los restos arqueológicos, sino también sobre la vinculación entre sus cosmología y las astros. Si me lo permites, te escribiré al correo que indicas. Muchas gracias!

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  2. hola Alex, SOY Manuel Ibarra de Mexico yo estoy elavorando mi tesis de Lic. y mi tema es sobre arqueoastronomia me gustaria que me apoyaras con mas informacion acerca de los trabajos arqueoastronomicos realizados en la isla de pascua para tener un mejor comprendimiento sobre el tema en como lo trabajan en sudamerica gracias y aqui le dejo mi correo maalibgo_0507@hotmail.com espero su respuesta GRACIAS.

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    1. Hola Manuel, gracias por tu interés en este trabajo. Te respondo al correo electrónico si te parece bien. Un saludo.

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