19 de noviembre de 2012

Arqueoacústica y Arte Rupestre (La Valltorta y Ontario)


La música está presente en gran parte de nuestra vida, oímos música mientras vamos en el coche, mientras trabajamos y llega a marcar momentos importantes de nuestras vidas. Su origen, es difícil de establecer, ya que es anterior a la Historia escrita. Esta forma de expresión cultural lleva acompañando al ser humano desde la Prehistoria, algo que a pesar de no estar escrito, se ha podido constatar en pinturas rupestres y restos de instrumentos musicales rudimentarios que han sido encontrados en excavaciones arqueológicas de todo el mundo, los cuales son estudiados a través de la arqueoacústica. Hemos tratado en anteriores artículos el estudio de los efectos acústicos en espacios arqueológicos, en los que veíamos cómo los ecos y reverberaciones producían extraños sonidos. En este artículo nos concentraremos en los espacios con arte rupestre y cómo los efectos se acentúan en presencia de mayor concentración de esta expresión (lo que indica una intencionalidad).
En España, una investigación pionera es la que está siendo llevada a cabo por un equipo de la Universidad de Barcelona (Margarita Díaz-Andreu) y la Universidad de Zaragoza (Carlos García), que se dio a conocer en nuestro país en octubre del 2012 y que está utilizando los nuevos métodos de esta disciplina para estudiar los yacimientos del barranco de La Valltorta (Castellón), un importante exponente de pintura rupestre de época epipaleolítica (9.000 al 6.000a.C.). El equipo investigador grabó y midió los sonidos producidos dentro de los abrigos y en diferentes zonas del barranco (tanto producidos por la voz humana, como por silbatos o por la acción de dar palmas), y analizó aspectos como por ejemplo la reverberación y el eco. Los resultados muestran que la mejor sonoridad corresponde a las zonas de los tres abrigos más profusamente decorados con pinturas: Saltadora, Cavalls y Civil. En todos ellos se observan ecos que van en diferentes direcciones. Saltadora y Civil, ubicados al comienzo y al final del área del barranco con pinturas rupestres, tienen el eco en direcciones opuestas, mientras que Cavalls, situado en medio del barranco, tiene un eco «estéreo», tanto en una dirección como en otra. 

Los investigadores sugieren como conclusión general que las pinturas rupestres de La Valltorta tenían la función de incrementar el impacto perceptual de los rituales, que se celebrarían en lugares escogidos en función de la sonoridad. 
Arqueros y cérvidos de La Valltorta
El arte rupestre de La Valltorta. En mayo 2011 se daban a conocer nuevas pinturas rupestres en el sitio. Los más de 100 abrigos rupestres que componen el parque cultural de Valltorta-Gasulla, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, esconden aún cientos de pinturas que no se han cuantificado. Guillermo Morote, director del Museo de La Valltorta, lleva ahora cuatro años investigando y catalogando la impresionante muestra de arte levantino que contienen las cuevas, mano a mano con los investigadores de la cátedra de Paleoecología Humana de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona, encabezados por Ramón Viñas, uno de los descubridores de los yacimientos de Atapuerca. Encontraron figuras de arqueros cazando venados y otros animales, muy similares a los que se habían hallado hasta el momento, pero multiplicados. Los técnicos usaron una innovadora técnica fotográfica digital, importada de Estados Unidos, con la que se registraron varias capas en la pared encontrando policromías y trazos que están “enterrados” en capas de elementos de roca o cal. Las imágenes no son visibles al ojo humano, ni en fotografías, pero ahora salen a la luz, completando escenas, y mostrando nuevos colores. 
El equipo ha trabajado ya en 16 abrigos de la zona de Valltorta-Gasulla, entre Ares y Tírig, realizando una media de 3.000 instantáneas por cueva, para poder delimitar colores y trazos de figura, en una labor a largo plazo que culminará en una amplia publicación en la que se catalogará toda la riqueza patrimonial de este enclave único.  Mediante este análisis, los investigadores también podrán conocer la época en que se realizaron las pinturas, así como también los materiales utilizados en cada ocasión, en función del pigmento que se utilizó. Una vez tomadas las imágenes, el proceso se inicia ahora en el laboratorio para poder descifrar cada uno de los dibujos prehistóricos. Los expertos coinciden en señalar que el deterioro de las pinturas ha sido mayor en un siglo que en 6.000 años de antigüedad. Cuando se descubrieron las pinturas comenzaron a mojarse para que resaltasen más, y este proceso las deterioró más que la meteorología. Además, cuando se arrancó el Arquer, ahora recuperado, y se intentaron quitar de la roca otras figuras, se destrozó el conjunto de algunos enclaves como la Cova dels Cavalls, en la que ya no puede apreciarse ni un tercio de las pinturas originales. 
La Valltorta (Castellón, España)
Petroglyphs Provincial Park (Ontario, Canadá)
En Canadáen dos parques nacionales de Ontario (Petroglyphs Provincial Park y Bon Echo Provincial Park) existen tradiciones orales que aseguran que los antepasados creían que dentro de las rocas vivían espíritus. Es por ese motivo que Paul Deveraux y su equipo, viajaron en el año 2004 a estos parques para investigar sobre el tema, y comprobar si los paneles rocosos decorados con grabados y pinturas rupestres, marcaban sitios venerados o mágicos, donde los espíritus de los que habla la tradición oral, podían ser escuchados. En el Petroglyphs Provincial Park, estudiaron unos paneles con una gran concentración de petroglifos (de hace 600 a 1.100 años, y que representan signos abstractos, canoas y figuras zoomorfas, antropomorfas y humanoides con largas orejas), la mayor de Ontario e incluso quizá de Canadá, que indicaba un foco especial de profundo interés espiritual. La sorpresa llegó cuando supieron que el panel tenía una fisura de hasta 5 metros de profundidad, que en épocas de fuertes vientos, transmite un sonido producido por el agua que corre debajo, que según Lisa Roach, guarda parques, es similar a la voz humana.
Bon Echo Provincial Park (Ontario, Canadá)
Luego se dirigieron al Bon Echo Provincial Park, donde la concentración de arte rupestre es también considerable, aunque también llevados por el sugerente nombre del lugar. Allí, la Mazinaw Rock (nombre que puede traducirse de la lengua nativa como “pinturas en el agua”), contiene cerca de 200 petroglifos pintados en ocre rojo realizados hace unos 1.000 años (algunas figuras zoomorfas, antropomorfas y humanoides con grandes orejas, de nuevo, que podrían indicar algo referente al sonido), y sólo se accede al lugar en bote, desde el que pueden observarse las pinturas realizadas apenas por encima del nivel del agua. El equipo de Deveraux, registró y grabó extraños ecos en el sitio, y llegaron a la conclusión de que evidentemente las áreas con mayor concentración de petroglifos, producían reverberaciones más potentes. Además, observaron en algunos lugares, un comportamiento errático del agua frente a mayores concentraciones de petroglifos. 
Reflexión
Por algunos estudios etnoarqueológicos, sabemos que en el seno de algunas culturas nuestros antepasados creían que un mundo de espíritus existía detrás de las rocas, las que eran consideradas membranas entre nuestro mundo y el de los espíritus. Otra creencia nativa, era que los shamanes, en sus rituales inducidos de trances, podían penetrar las fisuras y espacios entre las rocas hacia el mundo espiritual; el eco sería parte del tráfico entre los dos mundos.  Veámoslo así: para el hombre moderno, una roca es una piedra, y el espíritu un ente separado, pero para los antiguos, la roca, además de instrumento, ha sido el acto fundamental de la creación, sin dicotomías. Los investigadores de arqueoacústica han hallado que hay otras propiedades sonoras manifestadas por el viento, el agua, los sonidos de las dilataciones por calor, que han sido venerados al soplar dentro de los huecos en las rocas y registrados en pinturas sobre las mismas. Con el avance tecnológico, algunas estructuras de templos en el mundo, parecen haber sido deliberadamente designadas para que la percusión interna o los vientos, produzcan sonidos de advertencia meteorológica y más aún, sofisticados simbolismos acústicos. Conocer el origen de la música es avanzar en la comprensión de la evolución humana, tema que estuvo en general enfocado en el desarrollo del lenguaje.
Bibliografía
Paul Devereux. 2001. Stone Age Soundtracks. Vega


Artículos relacionados:

2 comentarios:

  1. No deja de sorprendernos la antigüedad. Sabemos día a día la importancia de la acústica en el interior de mastabas y cuevas. Y su importancia con las figuras ideográficas allí representadas. Me pregunto cuál sería realmente el origen. ¿cómo podríamos discernir un catálogo exacto de glifos? Máxime cuando se acaba de datar estos dias Altamira en unos 42,000 años. Es curioso que la música sea tan antigua como el arte pictórico. Creo que hay un mensaje de enseñanza y comunicación. Incluso de aprendizaje. Estariamos ante las universidades de la Prehistoria? Como regla de oro de la antigüedad un medio de transmisión de conocimientos. La música es duradera cuando se convierte en tradición. Los pelolíticos lo sabían. Y cualquier cosa que neceseitase ser recordada debía ser interpretada con la música. Era un método que heredamos. Todos recordamos alguna canción de niños para aprender algo... Fsco.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Interesantísimo lo que comentas, Fsco., muchas gracias por tu aporte.

      Eliminar