La aparición de la escritura responde a una necesidad
del Hombre de transmitir conocimientos, fijar las tradiciones de los pueblos
antiguos, y comunicarse entre sí. Pero su surgimiento no fue una explosión,
sino un largo proceso, que tal vez
comenzó con los primeros símbolos
dejados en las rocas, fragmentos de piel, madera o hueso, durante el
Paleolítico, y que poco a poco se van convirtiendo en pictogramas e ideogramas, ideas y conceptos con un significado
establecido, y que comienzan a aparecer de forma recurrente. Desde hace decenas
de miles de años aparecen estos símbolos que se repiten una y otra vez, en
espacios geográficos y temporales muy distantes. Espirales, cruces, escaleras, ángulos,
círculos, semicírculos, manos en negativo y positivo, líneas serpenteantes,
zigzags… ¿Por qué?
Pollurua (Paclas, Amazonas, Perú). Foto: Arturo Ruiz Estrada 2008 |
Punta del Este (Isla de la Juventud, Cuba) Foto: Adolfo López 2003 |
Introducción.
Pueden haber tenido un origen común
y formado parte de un código de
comunicación o transmisión de ideas, difundiéndose
a través de viajes y migraciones, o tal vez fueron el resultado de una estructura cerebral cognitiva universal.
En la antigüedad, estas expresiones artísticas eran normalmente producidas por
chamanes, que actuaban bajo el efecto de
plantas alucinógenas, con las que conseguían estados alterados de conciencia, que generan imágenes mentales
similares a lo largo del tiempo y el espacio. Incluso esta percepción e
interpretación de la información sensorial, similar en diferentes contextos
espaciales y temporales, podría generarse sin necesidad de recurrir a estados
alterados de conciencia. Todavía no tenemos una respuesta cierta a este
problema, pero lo que sí parece muy posible, es que sean el paso previo de la escritura. Es muy
probable que estos símbolos, primeros intentos de comunicación, hayan derivado
y evolucionado hacia los alfabetos.
Y los más antiguos, al igual que los símbolos del arte paleolítico, comparten
infinidad de signos. El vinca (de parte de la actual Europa del Este, 4000
a.C.), el de la cultura Banpo (de China, 4700 a.C.), el de la cultura
macedónica (de Grecia y Anatolia, hasta 7000 a.C.) y los proto-griegos (hasta
5250 a.C.), son los alfabetos considerados más antiguos. Todos, presentan signos
que se repiten. ¿Tendrán un origen común? ¿Serán producto pues, de migraciones
e intercambios? ¿O se deberá, tal vez, a una estructura cerebral cognitiva
universal, relacionada con la ingesta de sustancias psicoactivas?
Ejemplos de patrones dinámicos exhibidos bajo el sistema de reacción-difusión Gray-Scott. Espirales, ondas, puntos, laberintos... Nathaniel Virgo 2011 |
1. La intervención
de sustancias psicoactivas
Los patrones geométricos
encontrados en pinturas prehistóricas son consistentes con los modelos
geométricos de las “inestabilidades de
Turing” (nombre científico para la reacción bioquímica en el cerebro que
la vincula a una propensión a ciertos patrones gráficos), lo que sugiere un
sustrato común que podría ser explicado por el uso ritual de sustancias
psicoactivas. Las pinturas de las cavernas hechas por nuestros ancestros del Paleolítico
pudieron haber sido realizadas bajo trance con plantas psicoactivas, según
propone una nueva investigación realizada conjuntamente por los matemáticos Takashi Ikegami de la Universidad
de Tokyo y Tom
Froese y Alexander Woodward de la Universidad
Nacional Autónoma de México. En ella, se propone que los patrones
geométricos presentes en las pinturas de las cavernas (con una edad aproximada
de 40 mil años) muestran patrones similares a pesar de su ubicación geográfica,
lo que sugiere un sustrato común en su origen, que los científicos ubicarían en
la relación de los chamanes/artistas con los efectos de sustancias
alucinógenas. La
recurrencia de ciertos patrones geométricos en la cultura simbólica-material de
muchas culturas prehistóricas, comenzando poco después del surgimiento de
nuestra especie biológica y continuando en algunas culturas indígenas hasta
hoy, se explica en términos de los característicos contenidos de las experiencias
alucinatorias biológicamente determinadas. En otras palabras, las
reacciones a ciertas sustancias alucinógenas y la forma en que los estados
alterados de conciencia produjeron estas representaciones simbólicas, tendrían
un sustrato biológico, y los patrones
geométricos no serían otra cosa que lo que la matemática conoce como
“inestabilidades de Turing”, una serie de patrones gráficos que son
consistentes a lo largo de distintas culturas a través del tiempo. Esto
sugiere, además, que lo que los chamanes representaban en las pinturas hechas
durante el trance no eran propiamente
visiones, sino representaciones de
los patrones neuronales vistas a través de la hipersensibilidad
posibilitada por los alucinógenos, lo que les conferiría su importancia y
significación ritual. Los científicos sugieren que los patrones representados
tanto en las pinturas prehistóricas, como en la iconografía de indígenas más
cercanos a nuestro horizonte temporal, serían pues representaciones mentales de patrones neuronales, cuyo rango de diferenciación, sin embargo, permanece severamente limitado,
lo que explicaría el parecido entre las representaciones culturales en pueblos
lejanos en el tiempo y el espacio.
Cueva de Niaux (Francia) |
En el terreno de las
formas, las inestabilidades de
Turing describen cuatro tipos de patrones: 1) rejas, grecas, celosías,
filigranas, panales y ajedrezados; 2) telarañas; 3) túneles y embudos, conos y
vasos; y 4) espirales. Estos sustantivos son referencias a las formas
producidas, que en realidad pueden transformarse y crear referencias nuevas;
sin embargo, lo que interesa a los científicos estudiando las cavernas
prehistóricas es que las formas de las
inestabilidades de Turing se parecen a
muchos de los motivos abstractos comúnmente asociados con el arte prehistórico
alrededor del mundo, incluyendo el arte paleolítico en Europa. Por
la parte del comportamiento, los
científicos sólo pueden especular que la radical diferencia e hipersensibilidad
de la percepción sensorial de los estados
alterados de conciencia en comparación con la conciencia “normal” sería lo
que otorgaría gran significado a los rituales con plantas como el peyote, la ayahuasca o la salvia divinorum, rituales que siguen
siendo estimados y practicados por muchas culturas en nuestros días. Llegar a
una explicación concluyente y multidisciplinaria para explicar el sustrato
biológico o evolutivo de nuestras representaciones visuales durante los estados
alterados de conciencia depende del avance de la neurofenomenología, la cual no está suficientemente avanzada para explicar
el contenido particular de estas experiencias. Lo que intentan sugerir,
frente a la comunidad científica (pues esta investigación se coloca en una zona
fronteriza entre varias jurisdicciones, como la matemática, la antropología y
la neurología prehistórica), es la hipótesis de que cuando estos patrones visuales son vistos
durante estados alterados de conciencia, son experimentados de manera directa
como altamente cargados de significado; en otras palabras, los patrones son
percibidos directamente como algo significativo y por lo tanto se ofrecen a sí
mismos como motivos sobresalientes para su uso en rituales. La
investigación recuerda los estudios de David
Lewis-Williams, si bien esta nueva investigación intenta aportar una teoría
de apoyo a los mismos, a partir de la contribución de Alan Turing y de sus llamadas "inestabilidades de Turing". De algún modo se ofrece
una explicación que procura sistematizar el origen del conjunto de imágenes
prehistóricas geométricas, que se aborda también en otros estudios.
Tipología de símbolos no figurativos. Genevieve von Petzinger |
2. Una
estructura cerebral cognitiva universal
Genevieve von Petzinger (Universidad de Victoria, Canadá) comenzó a elaborar hace
años una base de datos con los símbolos que aparecen en distintas cuevas del
Paleolítico, con lo que pudo comprobar que muchos aparecen de forma constante
en diferentes cuevas del planeta entre los 30.000 y los 10.000 años. La
hipótesis que defiende Petzinger es que existió un código simbólico
universal con significado propio anterior a la escritura que, aunque
careciese de gramática (por lo que no se le puede considerar como
escritura), sí que sirvió para la comunicación de ideas o conceptos entre
distintos grupos; cree que este sistema fue pionero y se traduciría en la
aparición de la escritura posteriormente. Su labor de recopilación le ha
llevado a comprobar que existen unos 26
signos que se repiten de forma constante; aunque ha ido ampliando el área
de estudio y ha identificado algunos más. Con su estudio, ha descubierto
que hace 30.000 años ya se usaba el 70%
de los signos del código; estos signos fueron utilizados
durante 20.000 años sin interrupción en casi todas las cuevas prehistóricas
datadas entre 30.000 y 10.000 años. La mayoría son símbolos básicos
(líneas, espirales, puntos, cuadrados…) pero también los hay más complejos,
símbolos abstractos que transmitirían una determinada idea. El
significado de los símbolos se ha perdido con el paso del tiempo, por lo que es
imposible descifrar su significado. A pesar de que ya se habían realizado
anteriormente estudios sobre los símbolos que aparecen en distintas cuevas,
nadie había realizado una base de datos tan amplia con el objetivo de comparar
los signos de todas ellas; sin duda es un trabajo admirable y que debe tener su
reconocimiento, al margen de que se pueda o no estar de acuerdo con las
conclusiones.
Los símbolos de la Humanidad en la Edad de Piedra. Genevieve von Petzinger |
Científicos
como Richard Klein (Universidad de
Stanford), o Nicholas Conrad
(Universidad de Tübingen, Alemania) consideran que la conducta humana
avanzada -que implica el uso de símbolos complejos, el arte y herramientas
sofisticadas- no apareció hasta hace unos 35.000 años, durante un repentino
florecimiento de la creatividad llamada “el
gran salto adelante”. Señalando que obras como las de Chauvet, Lascaux y
otras cuevas, así como los descubrimientos que sugieren los instrumentos
musicales, las barcas y objetos religiosos, se hicieron por primera vez
alrededor de este tiempo, los defensores de esta teoría argumentan que un
cambio abrupto en nuestro comportamiento -posiblemente debido a mutaciones en
el ADN que afectaron a nuestro intelecto y a las estructuras cerebrales- se
produjo a medida que los Homo sapiens comenzaron a llegar a Europa.
Estos cambios entonces desencadenaron una revolución cultural que más tarde se
extendió por todo el mundo. En contra de la opinión de quienes piensan que hace
alrededor de unos 40.000 años se produjo en el continente europeo lo que
se conoce como “el gran salto adelante”, un despertar repentino del pensamiento
abstracto, para von Petzinger, y
otros investigadores como Alison Brooks
(Museo Nacional Smithsonian de Historia Natural, Washington) y Peter Mitchell
(Universidad de Oxford), hubo un pequeño grupo de signos sencillos que se
inventaron en África, y luego en
cada zona fueron apareciendo el resto. Desde Eurasia se habrían trasmitido a
América. Muchos de los remolinos, cruces, círculos, ángulos abiertos y rayas,
vistos en Francia se encuentran también en obras de mayor antigüedad en África.
Ellos argumentan que hay un montón de evidencias que indican que los humanos
habían alcanzado su potencial intelectual mucho antes de que salieran de
África. Recientes descubrimientos realizados en el sur de África incluyen
pequeñas puntas de sílex, las cuales pueden ser las primeras flechas que se han
hecho, y piezas bellamente diseñadas de ocre que sugieren trabajos artísticos y
ornamentos estaban siendo creados entre 70.000 y 100.000 años atrás,
descubiertos en 2009 por Christopher
Henshilwood (Universidad de Witwatersrand, Johanesburgo). No hubo “gran salto adelante”, un concepto que
Mitchell ha descrito como "un
sin sentido eurocéntrico".
Formas entópicas. David Lewis-Williams |
3. Las formas entópicas
David Lewis-Williams, ya se había dado cuenta de que
ciertos tipos de símbolos aparecían regularmente en el tiempo y en el espacio
(siempre dentro de un tiempo geológico en el que existiese la misma especie de
homínido). Este investigador considera que el hecho de que distintos pueblos
paleolíticos hayan llegado a realizar los mismo “dibujos” no se puede explicar
por “difusión cultural”, si no que tiene que haber otra explicación. Debido a
este fenómeno, llama a estos símbolos recurrentes “formas entópicas”. Para explicarlo aporta un modelo neuropsicológico, según el cual las imágenes son el
resultado de una arquitectura cerebral
cognitiva universal; se explica que cuando experimentamos estados alterados
de conciencia (EAC) y llegamos a la etapa de estallido alucinatorio, las imágenes
mentales que generamos y percibimos son las mismas o muy similares a lo largo
del tiempo y el espacio. Finalmente el investigador concluye que las formas entópicas son derivadas de
prácticas chamanísticas; es decir, que los chamanes son los responsables de las
pinturas rupestres encontradas en las cuevas de toda Europa. Tal vez no es
imprescindible ingerir plantas alucinógenas para llegar entrar en un
estado de trance en el que se tienen estas imágenes y visiones. No es
necesaria la ingesta de psicoactivos para lograr entrar en estado de trance. Se
ha constatado que a través de la danza, la música rítmica y movimientos
espasmódicos del cuerpo, muchos chamanes lograban tal objetivo. Y al mismo
tiempo, sin llegar a entrar en trance total, sino en sus prolegómenos, también se puede llegar a "visualizar"
imágenes o signos de tipo geométrico, que serían los "fenómenos
entópicos", también conocidos como fosfenos.
Quizá las formas más simples (puntos, retículas), podrían aparecer por medio de
danzas y ritmos monótonos, mientras que y las más complejas, se podrían deber a
plantas alucinógenas concretas. Según
algunos investigadores, tales visiones inducidas no son momentáneas, sino que
persisten durante un cierto tiempo -quizá meses-, de modo que la periódica
celebración de ceremonias en que se ingieren algunas de estas drogas, haría que
tales fosfenos quedasen incorporados permanentemente en los individuos. De ahí
que la visión de la realidad por parte de los individuos habituados a esta
ingestión, incorpore inevitablemente los fosfenos a la visión real haciendo,
por consiguiente, de esa realidad un mundo fantasmagórico que fácilmente
es interpretado mediante mitos.
Fragmento de ocre grabado (100.000 años). Cueva de Blombos (Sudáfrica). Foto: Christopher Henshilwood 2009 |
4. ¿Simples garabatos de niños?
Por su parte, otros
autores como Jessica Conney
defienden que la explicación más plausible es que los símbolos encontrados en
diversas cuevas paleolíticas de Europa no son más que simples garabatos realizados
principalmente por niños, por la razón que fuera, quizá con un significado
ritual o simplemente para pasar
el rato, algo tan simplista que para mí no pasa de un mero dato
anecdótico dentro de las investigaciones serias sobre el tema. Como sea, todos los símbolos, sea cual fuere su
origen y el por qué de su recurrencia, responden a la misma necesidad:
perpetuar la memoria de los antepasados, transmitir esos conocimientos, y
comunicarse entre sí, a través de símbolos en el arte paleolítico, signos
recurrentes en las primeras escrituras, o palabras similares en los alfabetos
modernos… Incluso unas 700 lenguas
que hablamos hoy en día en Europa y Asia, de 7 familias lingüísticas que antes
creíamos completamente independientes, parecen, según nuevos estudios, estar
relacionadas entre sí, tener un origen
común (gracias al descubrimiento de la pervivencia de algunas palabras de hace 15.000 años), de una lengua a
la que se le ha llamado protoeuroasiático.
Signos de la no descifrada escritura Vinca, similares a muchos de los recurrentes en arte paleolítico |
Bibliografía
Alonso, José Ramón. La
"teoría alucinógeno" y la creación de patrones simbólicos aborígenes.
http://rupestreweb.tripod.com/alucino.html
Froese, Tom, Alexander Woodward y Takashi Ikegami. 2013. Turing
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Lewis-Williams,
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Lewis-Williams, D., y D. Pearce. 2005. Inside
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Evidence for Cave Marking by Paleolithic Children. Antiquity 80 (310): 937-947
Turing, A. M.
1952. The chemical basis of morphogenesis. Philosophical Transactions of the
Royal Society. Biological Sciences 237(641): 37-42
Lectura complementaria:
Enigmáticas escrituras del pasado. ¿Podremos algún día descifrarlas?
Lectura complementaria:
Enigmáticas escrituras del pasado. ¿Podremos algún día descifrarlas?
Espléndido trabajo, te agradezco esta valiosa información.
ResponderEliminarUn cordial saludo.