Sobre soportes de granito o
andesita, motivos abstractos y figurativos se distribuyen en El Coligüe en
grabados realizados en diversas técnicas, entre las que predomina el raspado
sobre una pátina de coloración oscura
formada naturalmente por termoalteraciones en la superficie de las
rocas. El trabajo en el sitio abarcó un plan de manejo para la preservación del
arte rupestre y su entorno, debido a la implementación de senderos visitables
en el lugar, y una estrecha relación con la comunidad que estuvo involucrada en
todos los procesos del proyecto y fue capacitada en aspectos patrimoniales,
medioambientales y administrativos, con el fin de preparar a algunos miembros
como monitores locales y guardianes de su
propio patrimonio.
Realizando un documental sobre el sendero de arte rupestre. Foto: Alex Guerra 2004 |
Entrada al sendero de arte rupestre. Foto: Alex Guerra 2004 |
Turismo
cultural. El turismo convencional, de bajo perfil
motivacional (ocio, sol y playa), comienza a declinar frente a un turismo
alternativo, que busca satisfacer necesidades de emoción, experimentación y
educación, que abarca el turismo rural, religioso, gastronómico, cultural, de
salud y de naturaleza y aventura. De estos últimos, el turismo cultural posee
una finalidad específica de experiencias y prácticas basadas en la búsqueda de
bienes y recursos culturales, históricos, monumentales o artísticos, y
experimenta una rápida expansión. Está integrado por la cultura, el patrimonio
y la comunidad. La corroboración del valor del arte rupestre de El
Coligüe, que trasciende lo cultural para servir como herramienta de desarrollo
económico, a través de un turismo alternativo, fue la motivación para presentar
la idea de la apertura de un sendero a través del cual puedan visitarse
diversas estaciones o sectores. En diferentes
partes del mundo los sitios con arte rupestre abiertos al público constituyen
una de las mayores atracciones turísticas (Strecker y Aramayo 1995). Pero
también son conocidos los efectos devastadores de esta apertura. Ejemplos como
los de Lascaux en Francia o Altamira en España, que fueron cerradas después de
decenios de ser visitadas y en consecuencia deterioradas, provocaron un cambio
en el manejo del arte rupestre (Clottes 1993, Fowler 1982). Su importancia como
recurso turístico no debe obviar el deterioro que el flujo indiscriminado de
visitantes implica. Arte rupestre y turismo no son incompatibles, sin embargo
es imprescindible implementar acciones de control y preservación, antes de la
apertura del sitio, con un adecuado diseño de senderos, una clara señalización
y una concreta información sobre el respeto hacia el patrimonio, que actúe como
barrera psicológica contra acciones vandálicas.
Parte de la comunidad preparada para la grabación de un documental sobre el sitio. Foto: Alex Guerra 2004 |
Debemos señalar sin embargo, que si
bien a diferentes niveles tanto las grandes empresas como los pequeños
organismos o las comunidades, causan deterioros sobre el patrimonio, éstos en
la mayoría de los casos son inconscientes. En general las comunidades piensan
que la arqueología es una actividad no merecedora de atención, que el
conocimiento del pasado carece de toda utilidad, y no asocian éste con las
señas identitarias que nos caracterizan. Pero en una sociedad donde la
modernidad ha provocado fenómenos de sobrevaloración de patrones culturales
provenientes del exterior, que nada tienen que ver con las realidades
socioculturales propias, es el sistema educativo, los educadores y nosotros
mismos, arqueólogos, antropólogos e historiadores, los culpables de que la
comunidad no adquiera una conciencia de la importancia de estos temas. Es
vinculando a la sociedad con la problemática y el conocimiento del pasado y la
historia, haciendo un esfuerzo porque crezca la participación ciudadana y los
hábitos en actividades a las que normalmente no está acostumbrada, que
propiciaremos la defensa contra el deterioro y expolio del patrimonio, y con
ello de la historia.
Líquenes y hongos adheridos a la superficie rocosa. Fotos: Alex Guerra 2004 |
Agentes
de deterioro. A las diversas causas de erosión natural se suman
las producidas por la acción humana, totalmente devastadora, tanto sobre los
petroglifos mismos, como sobre el medioambiente que los rodea. Ésta se traduce
en graffittis (copiando los motivos originales, llamados "flakes",
que confunden al observador inexperto, o simplemente rayando nombre o fechas
con agentes destructivos), desprendimientos de sectores de la roca, o de
bloques enteros dependiendo del tamaño de éstos ("souveniring" para
llevar como recuerdo o para su venta), "huaqueo" (extracción
intencional de objetos arqueológicos, faunísitcos o florísticos de la
superficie o el subsuelo), y diversos agentes de ocupación (pisoteo
intencionado o no, acumulación de desechos, remoción del suelo) (Brunet et al.
1985, Bellelli et al 1997, Podestá
et al 2004). Algunas de las causas
naturales son las exfoliaciones o desprendimientos de la superficie rocosa por
agentes atmosféricos, las acreciones
minerales, la depositación de líquenes y hongos, o los excrementos de aves.
Remarcaciones, sobreposiciones y yuxtaposiciones subactuales. Fotos: Alex Guerra 2004 |
Plan
de manejo. Debido
a la baja densidad poblacional del sector, y a las ya conocidas consecuencias
de una apertura al turismo, se ha manejado la posibilidad de que el sitio se
convirtiera en lugar idóneo para el expolio del patrimonio, pero los 553
comuneros que forman parte de la Comunidad Agrícola de Canela Alta y las 13
familias de la Junta de Vecinos de El Coligüe, habitan en ambiente de montaña,
esto es, lugares altos, desde donde tienen una visión privilegiada de los
caminos y los campos donde, por otra parte, pastorean todo el año. Por lo tanto, creemos que la tarea de los
expoliadores se verá más entorpecida que en el pasado, en que son conocidos los
casos de "huaqueo", los cuales no fueron limitados ni denunciados por
falta de información. No obstante, para una intervención responsable de esta
naturaleza, se diseñó un plan de manejo que tuvo en cuenta los posibles
problemas que puedan surgir respecto al deterioro y la gestión de los petroglifos
y su entorno. Se trabajó en base a los siguientes parámetros:
Desprendimientos graves de pátina y remarcaciones subactuales. Fotos: Alex Guerra 2004 |
Taller sobre patrimonio in situ. Foto: Alex Guerra 2004 |
a. los sectores visitables no constituyeron el
total de los petroglifos, sino sólo una parte de ellos, con el fin de preservar
algunos conjuntos de los posibles deterioros que puedan sufrir a consecuencia
de las visitas, b. en los contenidos de la señalética se incluyó información
referente al respeto por el patrimonio, y las normas para una visita
responsable, como medida preventiva y barrera sicológica contra el vandalismo, c. durante el
trabajo en terreno se tomaron
notas sobre el estado de conservación de cada uno de los bloques rocosos con
grabados por separado, registrándose cada agente de deterioro en fichas de registro que
abarcan diferentes puntos: tipo de agente, área que abarca y lugar donde se
encuentra dentro del panel, d. se organizaron e
impartieron talleres de capacitación y educación a la comunidad de la localidad
de El Coligüe.
Taller sobre patrimonio y arte rupestre in situ. Foto: Alex Guerra 2004 |
Preparando el terreno de los sectores. Foto: Alex Guerra 2004 |
Se ha
desarrollado un plan de manejo que creemos abarca no sólo los aspectos
prácticos tradicionales para la implementación de un sendero arqueológico o
cultural visitable, sino también un conjunto de acciones preventivas contra el
posible deterioro del contenido del mismo, que esperábamos fueran efectivas. El
informe del seguimiento, que estaba previsto para un año después de la apertura
del sendero, esto es, aproximadamente un año a partir de julio del 2004,
reflejaría los posibles efectos negativos de esta apertura al público, y
propondría unas medidas de acción sobre la evaluación de los mismos. Así fue
realizado, con buenos resultados. Esperamos que esta iniciativa sirva de
ejemplo a seguir por otros emprendimientos similares, y que la apertura del
sitio no se traduzca, en el futuro, sólo
en un resultado negativo para la integridad del entorno natural y cultural,
sino también en la adquisición por parte de los visitantes de una información
esencial sobre el pasado, que les ayude a reflexionar sobre la necesidad de
participar en la tarea de conservar y difundir el legado común.
Experimentando uno de los recorridos del sendero. Foto: Alex Guerra 2004 |
La
comunidad gestora de su propio patrimonio. La búsqueda de la propia identidad
local frente a los fenómenos de globalización es un problema principal que
ocupa a las ciencias sociales en general, y a la arqueología y el presente
proyecto en particular. También interesa el rescate y valorización del
patrimonio histórico y cultural, la preservación de la diversidad cultural y su
expresión a través de sectores sociales como los pequeños campesinos y mineros.
Las reivindicaciones de estos sectores se han hecho oír en los últimos años,
orientándose hacia los beneficios de un desarrollo con identidad, y al rescate
y preservación de su patrimonio ecológico y cultural.
Preparando uno de los caminos del recorrido del sendero de arte rupestre. Foto: Alex Guerra 2004 |
Preparando caminos. Foto: Alex Guerra 2004 |
En el contexto del Sendero Arqueológico El Coligüe,
y las actividades que pretendía promocionar, es el arte rupestre el componente
principal del patrimonio cultural prehistórico, que debe ser conocido sobre
todo por la comunidad estudiantil con el objetivo que las nuevas generaciones
tomen conciencia del valor que tiene este patrimonio cultural y la necesidad de
preservarlo y protegerlo. También ha considerado su valor agregado como un
recurso a utilizar en el desarrollo turístico de la región. Fueron capacitados
monitores locales con el fin de que obtuvieran los medios para adquirir los
conocimientos técnicos necesarios para recibir y prestar un servicio de calidad
a los futuros visitantes del sendero. La capacitación estuvo a cargo de
profesionales de los temas arqueológico, patrimonial, medioambiental, gestión y
administración, e incluyó toda la información referente al sendero y a la
arqueología de la comuna, y al entorno y medioambiente de Canela Alta. Tal como
se esperaba, esta información sirvió para contribuir con los programas de
educación básica y media. Los miembros de la comunidad vieron sus conocimientos
mejorados gracias a los programas de capacitación y a las nuevas experiencias
en las que se vieron involucrados en el ámbito laboral, y esto ayudó además a
mejorar la relación comunidad-patrimonio y la defensa y protección del mismo.
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Muy interesante. Es curioso que el ser humano, allá donde se encuentre, sienta la necesidad de dejar constancia de su paso y sus costumbres, además de las representaciones divinas.
ResponderEliminarGracias Tipanie, es cierto, esa eterna necesidad de perpetuidad en el tiempo...
EliminarGracias Alex. Soy de la provincia del Choapa, te sigo desde hace un tiempo. Estoy convencido de la fuerte necesidad de conocer e integrarnos a nuestra ancestralidad indígena, como bien dices el fenómeno de la globalización pasa por sobre el estudio de este tipo de arte que nos representa mucho más que la efímera tecnología actual. Gracias por dejar este legado. Saludos cordiales, un abrazo grande.
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