Foto: Sergio Moya |
El carácter
insular oceánico extremo genera una situación de alta vulnerabilidad para el
patrimonio natural, cultural y arqueológico de Isla de Pascua, lo que hace
tiempo viene planteando la necesidad de una adecuada administración de los
flujos migratorios, para velar por la protección del patrimonio de la isla, y
su autosustentabilidad, además de aspectos sociales como la educación y la
protección de la lengua rapanui, ya que la cultura viva de los isleños es una
de las mayores atracciones. La Ley de Control Migratorio era ya considerada una
necesidad urgente por el Parlamento Rapa Nui (creado en 2001) en el documento
que elaboró dicha organización para la Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato
del Gobierno chileno en el año 2002, y desde el 2009 se estaba intentando
llegar a un acuerdo para el cobro de un impuesto, o ecotasa de ingreso para
turistas extranjeros y chilenos (como ya existen en otros territorios
vulnerable como las Islas San Andrés (Colombia), Fernando de Noronha (Brasil) o
Galápagos (Ecuador, donde los extranjeros pagan 100 dólares por el ingreso), y
la regulación de su ingreso y tiempo de residencia (ya que la capacidad de la
isla es limitada en cuanto a espacio, recursos y capacidad de inversión). En
2010 hubo grandes y violentas marchas y protestas en la isla debido a que no
conseguían un acuerdo en este sentido, y también por la lucha por la propiedad
del territorio, y en 2012 volvía el tema, pero parecía que era de interés de
una minoría y no se llegaba a un consenso. Finalmente, en marzo de este año el
Parlamento Rapanui, ocupó pacíficamente los accesos a los principales sitios
arqueológicos, impidiendo el acceso del personal de CONAF y de los grupos de
turistas. La decisión repentina de los dirigentes del Parlamento Rapanui
recibió un apoyo masivo y claramente mayoritario por parte de la comunidad,
aunque algunos detractores manifestaron en forma significativa sus críticas a
la ejecución en la medida en que afectaban al propio pueblo rapanui. Debido a
esto, un gradual proceso de acercamiento de posturas y búsqueda de consensos
solucionó el problema. Una delegación de dirigentes políticos y representantes
democráticos de la Comisión de Desarrollo de Isla de Pascua (CODEIPA) acudió a
una reunión plenaria en el continente el día 25 de marzo para tratar la Ley de
Control Migratorio. Así, desde el 26 de marzo de 2015, el Parque Nacional Rapa
Nui ya no está bajo el control de la Corporación Nacional Forestal (CONAF). Sin
embargo, la ley de migración aún no está aceptada, sólo la de propiedad del
territorio ancestral, de momento. En la última
plenaria de la Codeipa, realizada el día 14 de abril del presente año, sus
miembros acordaron una propuesta legislativa que considera las
expectativas de los representantes Rapa Nui, relativa también a la ley de
regulación de residencia, permanencia y tránsito en la isla. Respecto de la ley
de control migratorio, se plantea la creación de un consejo autónomo, con
participación de la autoridad pública y las organizaciones de representación de
la isla. Dicho consejo tendrá facultades para establecer las condiciones
generales e implementar políticas públicas en materia de la carga máxima
poblacional de la isla. En caso de ser necesario, el consejo podrá presentar
cargos por el incumplimiento a las condiciones de residencia o permanencia de
determinadas personas, y establece una serie de categorías
migratorias: residentes permanentes, residentes temporales, turistas y
tripulantes. La Ley de Control Migratorio a veces
resulta difícil de entender para personas cuyo mundo es una enorme metrópolis o
un continente vasto. La realidad de las Islas es completamente diferente. Una isla
con una superficie de 164 km aproximadamente y un área urbanizada
(Hanga Roa) que no alcanza a ser un cuarto de dicha superficie, ha sufrido un
crecimiento explosivo a causa de la inmigración descontrolada, principalmente
aunque no exclusivamente, de personas desde el continente. En 2002 se estimaba
un total de 3800 habitantes en la isla. En 2005 unos 5.000. Y el censo de 2012
arrojó la cifra de 5800, cifra irreal, ya que no se consideran ni los menores
de 18 años, ni los inmigrantes continentales llegados hace pocos años que no
han cambiado su domicilio electoral, ni los extranjeros residentes. Las
estimaciones de la población total varían entre 7000 y 9000 habitantes. Los
problemas que generan esta superpoblación en un lugar tan pequeño y aislado,
son enormes. Capacidad laboral y de infraestructura, abastecimiento de luz, gas
y agua, contaminación del agua y reciclaje de basura, entre otros.
Enlaces relacioados:
El proyecto de Ley Migratorio (Rapa Nui 2012)
Enlaces relacioados:
El proyecto de Ley Migratorio (Rapa Nui 2012)
Los habitantes autòctonos de la Isla, mediante su Consejo, tienen todo el derecho a regular la migraciòn hacia su territorio, velando asì por la soluciòn de problemas de contaminaciòn ambiental de todo tipo, especialmente relacionada con el espacio fìsico, dadas las condiciones de ser ISLA. El Gobierno de Chile debe resolver en forma urgente esta situaciòn, pues no es lo mismo que vivir en una gran metròpoli, como ustedes lo señalan. Que tengan pleno pexito pronto en sus demandas.
ResponderEliminar