2 de febrero de 2013

Waka Tapu. Llegada a Moorea (Sociedad) desde Rapa Nui


Texto: Alex Guerra - Fotos: Marupua Hucke
Las canoas de doble casco māori Te Aurere y Ngahiraka Mai Tawhiti que partieron de Rapa Nui en diciembre 2012, llegaron el pasado miércoles 30 de enero a las costas de Moorea (Archipiélago de la Sociedad, a 17 km de Tahití). La travesía había comenzado el 17 de agosto de 2012 en Aotearoa (Auckland, Nueva Zelanda), desde donde las canoas, atravesando 10.000 millas náuticas y haciendo uso de los métodos tradicionales de navegación polinesia, llegaron a Rapa Nui el 1 de diciembre del mismo año, noticia de la cual nos hacíamos eco. El viaje, además de demostrar la relativa facilidad con que en el pasado los polinesios surcaban el océano, tuvo un profundo significado cultural y espiritual, y fueron, en esa ocasión, recibidos en la playa de Anakena de Rapa Nui a la antigua usanza, por una comitiva que realizó una muestra de cantos y danzas tradicionales, para acto seguido proceder a la colocación de los ojos a uno de los moai del ahu Nau Nau, acto simbólico que fue un reflejo del sentimiento y la emoción que contuvo la extraordinaria experiencia.
Te Aurere y Ngahiraka Mai Tawhiti llegando a Moorea
No se tiene conocimiento de que un viaje de estas características haya sido emprendido en tiempos modernos, haciendo uso exclusivamente de los métodos tradicionales de navegación (sin instrumentos ni técnicas modernas), por lo que este viaje supone un gran reto. Las canoas waka hourua construidas por Hekenukumai Héctor Busby, al ritmo que llevaban, se esperaban desde el viernes pasado en Moorea. Pero los fuertes vientos ciclónicos frecuentes en esta época del año, y una considerable avería en una de las embarcaciones, las retrasó durante unos días obligándolas a permanecer en el archipiélago de Tuamotu. El arribo fue recibido por gran parte de la comunidad, pero sobre todo por los alumnos del colegio de la comuna de Paopao, Puna reo y te Pu o Atitia, que, al igual que en Rapa Nui, les recibieron con los tradicionales cantos y bailes hoko ka uru te hami.
Haka matara! Kanko y Sera ejecutando el hoko ka uru te hami    
Parte de la tripulación regresó el viernes 1 de febrero a Aotearoa (Auckland, Nueva Zelanda) en avión, y otra parte permanecerá en Moorea a espera del fin de la temporada ciclónica, que se calcula dure aún unos dos meses, después de los cuales, continuarán con su travesía en una de las embarcaciones, por el océano hacia Rarotonga (Islas Cook), y de allí, siguiendo hasta su tierra natal, para cerrar el triángulo polinésico.
Hoko ka uru te hami
La exploración por parte del hombre en el Pacífico se remonta a 40.000 años atrás, cuando los primeros pobladores llegaron a Australia y Nueva Guinea. Milenios más tarde, gente probablemente asiática (cultura Lapita) navegó hacia el este llegando hacia lo que conocemos actualmente como Polinesia, estableciéndose específicamente, según estudios recientes, primero en Nukuleka (reino de Tonga) hacia el 800-896 aC., momento a partir del cual continuó su expansión gracias a sofisticados conocimientos técnicos de navegación, astronomía, vientos, patrones migratorios de aves y ballenas, y corrientes marinas, llegando a surcar el océano hasta las costas americanas, pasando por todas las islas del conocido como Triángulo Polinesio (Hawaii-Rapa Nui-Nueva Zelanda).
Te Aurere y Ngahiraka Mai Tawhiti llegando a Moorea
Cuentan las leyendas māori, que hace unos mil años, el gran viajero polinesio Kupe realizó un viaje épico por el Pacífico hacia una nueva tierra. Kupe tomó fragmentos del conocimiento heredado de sus ancestros navegantes, y formó un singular mapa oceánico para orientar a futuras generaciones en sus incursiones hacia una nueva tierra llamada por su esposa Kuramarotini, Aotearoa. Vestigios del paso de Kupe por esa tierra puede ser hallado en la toponimia de la Nueva Zelanda actual.
Te Aurere y Ngahiraka Mai Tawhiti llegando a Moorea
En el universo rapanui, el mito de Haumaka cuenta algo parecido. Un nativo de Hiva, isla mítica originaria de los primeros rapanui, llamado Haumaka, tuvo un sueño en el cual su espíritu viajó a una tierra lejana, buscando una residencia para el rey Hotu Matu’a, llamando a ese lugar imaginario, Te Pito o Te Kainga un Hau Maka, o sea, El pequeño fragmento de tierra de Hau Maka. Al escuchar esta historia, Hotu Matu’a decidió cruzar el océano junto con otros exploradores, para hallar mejores tierras que aquellas en las que moraban. Lejos de viajar a ciegas, ellos no hicieron más que seguir las indicaciones dadas por Hau Maka en sus ensoñaciones, que eran muy exactas según dice la leyenda: lunga i, viento arriba en el sudeste, tau de e, hacia afuera, ro a del revareva de e, como contorno permanente, i raa del te del roto i, en medio del levantamiento del sol. Ellos llegaron siguiendo las coordenadas de aquel nativo. 
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2 comentarios:

  1. Maravilloso e interesante, felicidades.

    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias BirdJoss, la verdad es una travesía interesantísima, que he tenido la suerte de poder seguir en algunas de sus paradas gracias a amigos que allí viven y amablemente me han facilitado algunas fotografías para ilustrar estos breves comentarios. Muchas gracias!

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