Texto y fotos: Alejandra Guerra y Christopher
Stevenson
En RdA 266 describíamos algunos trabajos arqueológicos
que arrojaban información sobre la utilización del paisaje durante la
prehistoria en Rapa Nui y las características de la agricultura prehistórica en
la isla, y cómo estas diferentes técnicas pudieron haber contribuido al
desarrollo y manutención de la organización social jerárquica. En esta ocasión,
presentamos los resultados de las excavaciones llevadas a cabo en la campaña
noviembre-diciembre 2002 en Vaitea (centro de la isla), que tenían como
objetivo saber algo más sobre cómo fue usado el ambiente en estas tierras
altas.
El objetivo de este proyecto es documentar y explicar la forma de producción agrícola en Rapa Nui y su efecto en la organización social. Las temporadas de campo 2001-2002 resultaron en la conclusión de la documentación del paisaje de Vaitea localizado en la parte central de la isla (RdA 266:35-42). Nuestros esfuerzos estuvieron dirigidos hacia la realización de dos objetivos inmediatos: registrar la localización de sitios domésticos y agrícolas, representados por estructuras de piedra y barro localizadas en superficie, y levantar un mapa de la distribución en superficie de jardines de piedra. Los resultados de la prospección en el área de Vaitea servirán para obtener una visión más completa de la variedad de estrategias de producción agrícola usada durante la prehistoria de Rapa Nui.
Excavación
en área de Vaitea, Rapa Nui
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Hipótesis de trabajo
La naturaleza impredecible de los recursos
ambientales fundamentales, es frecuentemente considerada como la variable más
importante que guía las decisiones económicas, el uso del paisaje, y la forma
de organización social requerida para implementar estrategias adaptativas para
asegurar la supervivencia de la población. Diversos autores han argumentado
recientemente que los medioambientes caracterizados por una mayor incertidumbre
(como el riesgo de pérdida de la cosecha), exhibirán un mayor tempo en el
cambio de formas de organización y un mayor nivel global de complejidad
organizacional. La implementación de formas intensivas de agricultura en
respuesta de condiciones ambientales marginales
e inciertas, requiere que la autoridad de la jerarquía sea firme para que pueda
ser obtenida una producción sobre el nivel doméstico. En esta investigación
buscamos saber cómo la práctica de la agricultura prehistórica pudo haber
contribuido al desarrollo y la manutención de la organización social
jerárquica. En nuestra aproximación para entender el sistema de agricultura
prehistórica, veremos cómo los rapanui prehistóricos utilizaron y cambiaron el
paisaje de la isla. Estas modificaciones del paisaje en Rapa Nui ocurrieron en
respuesta a restricciones ambientales fundamentales, en las que la agricultura
era practicada. Esto fue un proceso dinámico y continuo. Durante los
asentamientos en el Pacífico, los colonizadores tomaban inicialmente ventaja de
las estructuras naturales del paisaje, como lugares protegidos del viento con
abundantes fuentes de agua fresca. Estos ventajosos sitios fueron usados para
los asentamientos y la agricultura tempranos. La siguiente expansión de
jardines y sistemas de terreno, modificaron significativamente la estructura
ecológica de muchas islas y los suelos superficiales que sostienen la biota
existente. La eliminación del hábitat y la erosión del suelo han sido citados
como resultados de un sistema expansivo de agricultura.
En este proyecto se examina el sistema
agrícola de altura y se cuestionan dos preguntas: ¿Cuál fue el efecto de un
mayor régimen de precipitaciones en las mayores
alturas, para las estrategias de la producción agrícola? ¿Cuál era la
organización de la producción? La prospección arqueológica en el área de Vaitea
ha proporcionado los datos necesarios para dirigir estas preguntas.
Excavación de un
“jardín de piedra” donde se puede apreciar
la acumulación de las pequeñas
piedras que se extrajeron.
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Prospección en el Área del Proyecto Vaitea
Para estudiar los procesos del desarrollo
agrícola prehistórico en Rapa Nui, hemos seleccionado como unidad de
observación un sector del terreno de altura que fue utilizado de forma
extensiva para la agricultura antes del contacto europeo. El uso del terreno de
altura para la agricultura era significativamente diferente al de las áreas
bajas. Este terreno es inclinado y accidentado con numerosos afloramientos de
basalto. Hay pocos sitios domésticos permanentes obvios como casas grandes,
corrales de gallinas, hornos subterráneos, y cuevas asociadas a jardines
domésticos o campos agrícolas mayores. La región de Vaitea, hasta el alcance de
nuestros conocimientos, no tuvo plantaciones continuas a gran escala como aquellas
identificadas en La Pérouse (RdA 266). Nuestra inicial impresión es que las
técnicas agrícolas prehistóricas y el uso del paisaje eran diferentes a mayores
alturas.
Los datos presentados en este informe
representan la prospección de un área de 1400 x 1260 m. Esta área había sido
originalmente catastrada alrededor de 1980 pero las descripciones de los sitios
no fueron acompañadas de la información sobre la localización del sitio y esos
datos no habían sido subsecuentemente difundidos. Como resultado, este esfuerzo
representa una re-prospección del área de Vaitea usando el mapa original creado
por la Universidad de Chile. Además estos datos originales han sido aumentados
con la localización de campos agrícolas y jardines. Esta prospección no ha
duplicado exactamente el mapa original de la Universidad de Chile. En los 23
años intermedios la superficie del paisaje ha sido alterada por el pisoteo del
ganado y la remoción de rocas para la construcción moderna de viviendas. De
esta manera muchos sitios frágiles se perdieron. Además la cubierta vegetal ha
impactado el proceso de prospección. En algunos casos el denso pasto impidió la
re-localización de sitios conocidos mientras la prospección de áreas
recientemente quemadas resultó en la identificación de sitios previamente
desconocidos.
A pesar de esta variación creemos que
nuestros datos son representativos del registro arqueológico en esta región.
Estos datos fueron recogidos usando métodos sistemáticos de prospección de
superficie adaptados al paisaje único de Rapa Nui. Debido al terreno
accidentado la prospección no podía seguir un patrón regular de cuadrículas.
Notas escritas, bosquejos y fotografías ocasionales fueron usados para
registrar el inventario de sitios re-localizados. El sistema de posicionamiento
global (GPS) fue usado también para registrar la localización de cada sitio.
Los campos agrícolas prehistóricos fueron registrados en fotografías aéreas
ampliadas tomadas por la Fuerza Áérea Chilena en 1963. Estas fotografías fueron
ampliadas a una escala de 1 cm a 16 m.
La resolución a esta escala fue baja pero suficiente para identificar
las distribuciones de rocas en superficie. Los jardines fueron delineados en la
fotografía a medida que progresaba la prospección.
Resultados de la prospección
La prospección
arqueológica de Vaitea resultó en la documentación de 374 estructuras
prehistóricas de piedra en superficie. Estas estructuras han sido clasificadas
en 23 tipos diferentes basados en su forma y metodología de construcción. Las
categorías más frecuentes de piedras modificadas por el hombre incluyen
alineamientos (76), cimientos de casas (72), restos de casas rectangulares (53)
y hornos subterráneos (38). Estructuras de piedras menos frecuentes incluyen
piedras trabajas aisladas (23), terrazas (17), casas circulares (14) y
pavimentos de piedras planas (12). Finalmente, hay una baja densidad de casos
de estructuras como talleres de basalto (2), cuevas (1), crematorios (1),
cuencos de moler (7), hogares (6), senderos (8), petroglifos (6), plataformas
(4), recipientes de almacenamiento (3), viviendas temporales (10), recintos
amurallados (3), jardines amurallados (3) y abrevaderos (2).
Individualmente
estas estructuras de piedra de superficie nos hablan poco sobre la organización
de la producción y el uso del paisaje en Rapa Nui. Sin embargo, encontrados en
contexto, las asociaciones de las estructuras y su localización en relación con
cada uno de los otros, los campos agrícolas y las estructuras naturales del
terreno, revela mucho sobre el pasado económico y el comportamiento
organizacional.
Excavación
en área de Vaitea, Rapa Nui
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El terreno del área
del proyecto Vaitea incluye un flujo de lava disecada y fuertemente erosionada
que se origina cerca del Maunga Terevaka y desciende al área de Akahanga. La
ladera del terreno es en promedio alrededor de un 15% pero en frecuentemente
interrumpido por afloramientos de basalto (puku) y bajas colinas en el
terreno que forman pequeños valles protegidos. A veces están presentes terrazas
naturales a los lados de esas depresiones lineales. Concentraciones extensivas
de rocas en superficie están presentes en lo alto, laderas y en la base de las
colinas, y están separadas por áreas claras en el centro de las depresiones,
donde el suelo era acumulado y/o donde las rocas habían sido removidas por
granjeros prehistóricos. En el tercio oeste del área del proyecto, vecina a las
quebradas, se encuentra la orilla del flujo de lava y el terreno se vuelve
eventualmente casi libre de rocas de basalto. La forma del terreno es mucho
menos interrumpida y expuesta al viento. Ésta es una superficie mucho más
antigua que precede la formación del más joven flujo de lava.
Cientos de sitios
arqueológicos fueron localizados en estos dos terrenos con el mayor número de
estructuras concentradas en la superficie del erosionado flujo de lava. Los
tipos de estructuras de piedra más importantes incluyen casas rectangulares,
pavimentos de casa, alineamientos, terrazas, piedras trabajadas, hornos subterráneos,
recintos amurallados y senderos. Todas estas estructuras están hechas con
piedras de basalto localmente disponible que ha sido a veces formatizado y
re-transformado para dar forma a las estructuras. Algunas de éstas pueden ser
funcionalmente interpretadas en base a su forma y a excavaciones (hornos
subterráneos, casas, terrazas). Sin embargo, estructuras como los alineamientos
de piedra desafían las interpretaciones. Estas estructuras lineales están
hechas de rocas puestas unas tras otras. Son de diversas longitudes, algunas
son ligeramente arqueadas y están orientadas hacia diferentes ángulos de la
ladera. Por lo tanto, es probable que representen diferentes tipos de
estructuras que podrían incluir estructuras temporales de madera, estructuras
de almacenamiento o rompevientos. Su alta frecuencia de aparición (76), o cerca
del 20% del patrón de asentamiento, significa que las actividades asociada con
su formación no pueden ser identificadas. Para su identificación se requiere la
excavación sistemática de una muestra de esas estructuras.
La distribución de
las estructuras arqueológicas refleja un patrón de asentamiento disperso que
consiste en unidades simples y nódulos de estructuras espacialmente asociadas.
En esta distribución pueden ser reconocidos dos patrones generales. El primero,
cinco recintos amurallados se localizan exclusivamente en la porción sur del
área del proyecto a aproximadamente la misma altura. Estos recintos consisten
en conjuntos de campos de piedras rectangulares que forman una muralla de
alrededor de 40-60 cm de altura. Tienen generalmente forma circular u oval con
un diámetro de 30 a 50 m la presencia de significativos amontonamientos de
piedras a uno o ambos lados del recinto sugiere que las murallas poseían múltiples
niveles y pudieron haber alcanzado un metro de altura. Estos recintos rodean
campos agrícolas de piedra y pueden haber servido como rompevientos además de
definir el perímetro del jardín. En cada caso, una porción del interior del
recinto ha sido aclarada de piedras y contiene estructuras domésticas como
hornos subterráneas, alineamientos y pavimentos. En cuatro casos una casa
rectangular se localiza inmediatamente fuera del recinto, y en un caso, dentro
del recinto. La presencia de casas y áreas de actividad sugiere que los
jardines entre las murallas eran cultivados de forma intensiva.
Por toda el área
del proyecto aparecen múltiples estructuras, pero es en la sección sur del área
prospectada donde aparecen en mayor número, y donde poseen el mayor número de
estructuras asociadas. Los grupos de estructura incluyen los recintos
amurallados así como grupos de sitios sin recintos amurallados. El Sitio 43/46
de un grupo de estructuras forma la mayor concentración y tiene el mayor número
de casas, hornos y piedras trabajadas (paenga) dentro del área
investigada. El tamaño promedio de los diferentes sitios es menor que en los
dos tercios norte del área del proyecto y generalmente tiene menos diversidad
de tipos de estructuras de piedra. No obstante, entre esas asociaciones no hay
co-asociaciones obvias y repetitivas de tipos específicos de estructuras,
aunque frecuentemente hornos y casas rectangulares son encontradas juntas. La
carencia de un patrón puede verse influido por la fragilidad del registro
arqueológico y la habilidad para interpretar la función delos alineamientos,
piedras simples y pavimentos.
Fogón en las excavaciones de Vaitea |
Campos agrícolas
El terreno entre el flujo de lava es accidentado, cubierto de rocas y es además la localización de muchos terrenos agrícolas prehistóricos. Los campos eran delimitados en base a los límites de las distribuciones de rocas concentradas que cubren la superficie del suelo antropogénico. En este sector de la isla la medida de los campos alcanzan desde jardines de 30-50 m de diámetro a grandes y continuos campos que cubren las laderas y las cumbres de pequeños cerros. Estos últimos campos poseen cientos de metros de diámetro. Entre y dentro de los campos agrícolas se localizan viviendas y grupos de estructuras.
Las distribuciones
de rocas que cubren los campos agrícolas en la parte alta de la isla son densas
y uniformes en su concentración. Esto contrasta con las observaciones hechas en
los paisajes bajos como La Pérouse en la costa norte. En este lugar, hay evidentes
diferencias en el arreglo de las concentraciones de roca y fueron notados
cuatro patrones diferentes. Estos tipos de campos incluían: a) densas
acumulaciones de rocas con pequeñas y abruptas depresiones que se extienden
bajo el suelo (pu), b) pavimentos de piedra en la superficie de los
jardines, c) jardines que consisten en pavimentos de piedra con amontonamientos
de rocas grandes adicionales, y d) suelos que han sido intencionalmente
rellenados con pequeñas piedras. Todas estas variaciones en la manipulación de
las rocas habría ayudado a reducir la evotransporación y a incrementar la
productividad de los cultivos.
En el área de
Vaitea esta distinciones no están presentes. Los campos agrícolas consisten en
jardines con amontonamientos de grandes piedras en su superficie y suelos que
han sido intencionalmente mezclados con pequeñas rocas. No hay presencia de pu
en el área del proyecto y los grandes pavimentos de piedras, que son usualmente
encontrados en áreas llanas, no están presentes. Además, profundos y continuos
suelos mezclados con pequeñas piedras similares a los de las plantaciones de La
Pérouse también están ausentes. Estos datos sugieren que el nivel general del
manejo de los campos de piedra era menos intensivo. Como resultado se hipotetiza
que la producción en esta área era más extensiva en comparación con los
sistemas de los campos bajos.
Excavación en Vaitea, Rapa Nui
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Organización de
la producción
En estudios previos sobre tecnología y
organización agrícola, se ha propuesto que la producción era supervisada o
administrada por miembros de alto rango. Esta hipótesis es el resultado del
hallazgo de viviendas de una arquitectura en piedra de mejor calidad. En las
plantaciones de las tierras bajas del área de La Pérouse, la casa de un jefe
con cimientos de piedra trabajada y un pequeño templo, fueron encontrados en un
margen del sistema de campos extensivos, que fue bien extraída de sitios de
habitaciones domésticas costeros. En la parte central de la isla, en las
laderas del Maunga Tari, una estatua relacionada con un templo y una casa
rectangular, fueron asociados con numerosas estructuras agrícolas (hoyos para
plantar, canales para canalización del agua) y campos. La excavación de esta
estructura reveló que las actividades relacionadas con la subsistencia no
estaban presentes en la primera fase de ocupación. Ello sugiere que esta
estructura no poseía una función relacionada con el trabajo. Otra variante de
esta presencia ocurre en el área de Vaitea, y se refleja en la forma y
distribución de casas rectangulares.
Las casas rectangulares aparecen casi
exclusivamente a alturas elevadas (más de 150 m) en los volcanes de Maunga
Terevaka y Rano Kau. Estas estructuras fueron vistas por sus cimientos hechos
de piedras formatizadas (paenga) que definen el perímetro de 4 por 3 m
de la estructura. Una cubierta de paja o junco sobre una superestructura de
madera, habría completado la vivienda. Un pavimento de piedras plano está
frecuentemente presente a un lado de los ejemplos que se preservan de este tipo
de estructuras. Las paenga son rectangulares y sus dimensiones oscilan
alrededor de los 30 x 7 x 20 cm. Éstas han sido fabricadas de basalto
disponible localmente. Son por lejos más fáciles de producir que las paenga usadas
para la construcción de las viviendas costeras de la elite. Incluso, reflejan
una mayor inversión de tiempo y energía que muchas otras estructuras que sólo
tienen una pequeña estructura de entrada de seis piedras planas, un umbral, y
sin cimientos externos. Esta mayor inversión en arquitectura permanente es un
pequeño pero obvio atributo que de inmediato diferencia estas estructuras y sus
ocupantes.
Pasar directamente a una explicación
sociológica para la variabilidad arquitectónica parecería ser prematuro sin
considerar otras razones que contarían para una estructura más sustancial. No
obstante, basándonos en el registro arqueológico excavado, las estructuras
rectangulares no parecen ser lugares de almacenamiento. En las pocas
estructuras excavadas, los cimientos no rodean estructuras de almacenamiento.
Su tamaño es significativamente menor a las estructuras de almacenamiento para
boniatos encontradas en otras regiones de Polinesia como Nueva Zelanda. Además,
la arquitectura sólida no parece reflejar una ocupación prolongada o permanente.
Las casas rectangulares no aparecen asociadas con otra arquitectura permanente
como recintos ajardinados o casas de gallinas,
y tampoco han sido identificadas concentraciones de basura. La carencia
de otros depósitos o estructuras sugiere que el uso puede haber sido repetitivo
y a corto plazo.
Evidencia adicional para el origen del
estilo de las casas rectangulares, surge de la variación de diseño entre la
forma de las casas y sus asociaciones. Por ejemplo, en el sitio 18-189b el
petroglifo de un ao fue encontrado en la cara superior de una piedra
enterrada en la esquina de una casa rectangular. El ao, o doble remo de
canoa, ha sido notado como un indicador tradicional de alto rango.
El hallazgo del sitio 18-161c, una casa
sub-rectangular de gran tamaño y un pavimento frontal construido en la forma
del petroglifo del ao, está relacionado con lo dicho. Aunque la
estructura ha sido parcialmente distorsionada, parece que el pavimento frontal
esparcido puede representar el cabello o el tocado. Los pavimentos laterales
parecen representar las orejas y los cimientos delinean el área del rostro.
Esta impresionante estructura se asocia también con una plaza y una plataforma
de piedras amontonadas de 30 metros de largo. Todas estas estructuras son
únicas con respecto a otros asentamientos en la región de Vaitea y argumentan
por una decisión consciente de demostrar una posición social mediante
diferencias en la arquitectura.
Un argumento contra esta interpretación
podría estar basado en la relación de las casas rectangulares con casas de
otras formas. Un total de 25 casas rectangulares y 76 pavimentos de casas que
no eran de la elite, fueron identificados, lo que significa una relación de una
residencia de elite por cada 1.5 casas del otro segmento. Agregando todas las
terrazas, casas circulares y pavimentos de piedra (algunos de los cuales
podrían no ser viviendas) resulta en una relación de una casa de elite por cada
dos de las otras. Dicha relación claramente no se puede apoyar mediante ningún
caso de estudio etnográfico o arqueológico.
Pensamos que esta inesperada alta frecuencia
de viviendas de elite es debido a la visibilidad arqueológica diferencial de las viviendas de elite. Las casas
rectangulares son unas de las más perdurables de las estructuras de las tierras
altas, debido a que poseen cimientos que están parcialmente enterrados. Incluso
cuando la estructura está altamente removida, las piedras restantes son
fácilmente identificables. En contraste, los pavimentos de simples rocas planas
son fácilmente desarmables y más difíciles de reconocer entre la matriz del
flujo de basalto. Creemos también que muchos de los asentamientos de altura no
dejaron impronta arquitectónica en el registro arqueológico. Las casas
temporales de madera y paja pueden haber sido comúnmente construidas y la
cocina llevada a cabo en fogones abiertos o en hornos subterráneos sin un
perímetro de piedras. Seis fogones superficiales con presencia de suelo
enrojecido por la acción del fuego, fueron observados durante la excavación, y
fueron frecuentemente encontrados durante las excavaciones en Maunga Tari.
Hornos subterráneos sin una delimitación de piedras eran también la forma
tecnológica de cocinar preferida en esta región.
Excavación
en Vaitea, Rapa Nui
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Discusión
Como resultado de
dos años de prospección arqueológica del paisaje en la región de Vaitea, un
cuadro preliminar de cómo las tierras altas de Rapa Nui fueron usadas está
comenzando a emerger. Los pobladores prehistóricos comenzaron a expandirse por
esa área alrededor del 1250 d.C., o más o menos 400 años después del
asentamiento. Sólo unas pocas fechas por hidratación de obsidiana indican
actividad durante este tiempo. El uso más intensivo de la región parece haber
tenido lugar entre el 1400 d.C. y el 1700 d.C. y habrían sido creadas la
mayoría de estructuras registradas durante la prospección.
Se propone que los
granjeros llegaron a esta región por diversas razones. Creemos que la población
temprana de Rapa Nui fue creciendo rápidamente. Aunque la población fundacional
inicial fue probablemente de menos de 200 personas, es probable que el aumento
de población fue significativo entre las primeras cuatro centurias. Las
regiones productivas de la costa y cercanas a la costa, fueron cubiertas con
nuevos terrenos de cultivo, y nuevas regiones necesitaron ser cultivadas para
alimentar un mayor número de personas.
Los granjeros se
sentían también atraídos por esta región debido al mayor régimen pluvial
presente en este sector de la isla. En sectores más bajos caen aproximadamente
1200 mm de precipitaciones al año. Mucha de esta humedad llega en la estación
invernal y es útil para los cultivos de muchos años, como el taro. Sin embargo,
el nivel de humedad se reduce durante la temporada estival de crecimiento, y
puede variar de forma apreciable de año a año. La cantidad de precipitaciones
está correlacionada con una mayor altura, y hay un significativo incremento de
precipitaciones a partir de cerca de los 150 metros. Este patrón podría haber
aumentado la humedad disponible durante el comienzo de la temporada estival de
crecimiento, reduciendo de ese modo el riesgo global e incrementando la
productividad. Esta mayor capacidad productiva ayudó a satisfacer la demanda de
la elite de excedente de producción, necesario para la construcción de plataformas
ceremoniales y para tallar y transportar estatuas (moai), moños (pukao)
y nódulos de piedra trabajados (paenga). Creemos que esta última razón
es la mejor explicación para el uso intensivo de la parte central de Rapa Nui.
La producción
parece haber sido dirigida por grupos especializados que se desplazaban durante
el año por los asentamientos costeros. El patrón de asentamiento de las tierras
altas consiste en varias casas dispersas
o simplemente grupos de casas asociadas distribuidas entre los campos. Las
casas están representadas por pavimentos simples y alineamientos asociados que
deben haber sido otras formas de estructuras perecibles. Nuestra hipótesis es
que muchas viviendas dejaron poca evidencia material visible que actualmente
pueda ser detectado por una inspección del terreno superficial. De modo que
muchas más estructuras domésticas han desaparecido sin ser reconocidas. La
frágil naturaleza de estos sitios sugiere también que eran ocupados en cortos
períodos pero de forma repetitiva. La excavación del pavimento de una pequeña
casa cerca del Maunga Tari, apoya esta interpretación. El área del sitio fue
extensivamente usado y estaban presentes muchas estructuras culturales. No
obstante, muchas de estas estructuras eran redundantes. Los hornos
subterráneos, por ejemplo, eran de tamaño variable, sin perímetros de piedra, y
eran numerosos. Esta estructura contrasta con las viviendas permanentes de las
tierras bajas donde existe un área de cocina formal con hornos subterráneos
delimitados con piedras.
Los grupos de
agricultores atendían los sistemas de terrenos que eran probablemente
extensivamente cultivados. La salud de las plantas era fomentada por el terreno
seco mismo, que creaba diversos lugares protegidos del viento entre las
depresiones del terreno y la base de las laderas. La superficie natural de piedras en esta área
era removida para ayudar a crear un microambiente favorable y estas piedras
fueron distribuidos ampliamente en el terreno. No obstante, el terreno no posee
el grado de manipulación encontrado en elevaciones menores. El número de tipos
de jardines parece ser menor. De todos modos, en ausencia de una excavación, es
posible que otras tecnologías agrícolas no reconocidas hayan existido alguna
vez.
Una nueva variación
de los jardines de piedra fue identificada y consiste en cinco jardines
amurallados localizados en la porción sur del área del proyecto. Las murallas
de los jardines pueden haber sido de hasta un metro de altura y habrían
ofrecido protección contra el viento. Los jardines interiores poseen una gran
cantidad de piedras. En cada caso el recinto está asociado con una casa
rectangular de elite, ubicada dentro o a un margen del jardín. Se hipotetiza
que los jardines amurallados reflejan jardines de jefes intensivamente cultivados.
También
argumentamos un significativo involucramiento de dirigentes de más alto rango
en el proceso agrícola. Este manejo directo ha sido notado en asentamientos de
tierras bajas en La Pérouse, basado en la co-presencia de un templo y una
vivienda de elite a un lado de una gran plantación. Aquí, en la porción alta de
la isla, el número de casas rectangulares de elite, y los complejos de
casa-plaza, dan la impresión de que la producción agrícola fue altamente
manejada por centurias. Hemos indicado que el mayor número de casa de elite
refleja su mayor visibilidad arqueológica, y al mismo tiempo refleja una
presencia importante de la elite. La generación de un excedente de producción
puede no haber venido de forma completamente voluntaria y haber requerido en
cambio algún descuido. Además, la cosecha y transporte de la producción con
destino a las tierras bajas puede haber requerido un manejo para asegurar que
la cantidad de tubérculos deseada alcanzaba a los consumidores correctos.
Independientemente de las razones precisas, parece razonable asumir que la
estructura estuvo basada en el cultivo en esta región.
Manavai con toromiro en los jardines de CONAF |
Bibliografía
Cristino, C., P. Vargas y R.
Izuarieta. 1981. Atlas
Arqueológico de Isla de Pascua. Facultad
de Arquitectura y Urbanismo, Centro de Estudios, Isla de Pascua. Santiago, Chile.
Stevenson,
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Stevenson, C.,
Ladefoged, T. y S. Haoa. 2002. Productive strategies in an uncertain
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Wozniak, J.,
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Island (Rapa Nui), Chile. Paper presented
at the 2001 Annual Meetings of the Society for American Archaeology, New
Orleans
Manavai con toromiro en los jardines de CONAF |
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