Hallan en el desierto de
Ica, Perú, el fósil de un ave gigante parecida a un pelícano, de 35 millones de
años de antigüedad. El
descubrimiento del ave, aún con restos de piel unida a los huesos, es el único
reportado en la historia de la paleontología. Este deslumbrante acontecimiento
se suma a los ya miles de restos encontrados en el desierto de Ica por Klaus Hönninger, director de la Asociación Museo Paleontológico Meyer
Hönninger, que junto a su equipo de paleontólogos, acaba de descubrir en este
desierto, los restos fosilizados de un ave gigante, incluyendo fragmentos
petrificados de piel junto a los huesos, y la impresión de plumas en ellos; una
especie que según los expertos, tendría cerca de 35 millones de años de
antigüedad. Fotos: Klaus Hönninger
Klaus Hönninger en Ica. Descubriendo huesos fósiles de cetáceo |
El destacado investigador, señala sin embargo que no ha sido posible
definir exactamente de qué tipo de animal alado se trata, pero su equipo supone
que podría ser una especie similar a un pelícano gigante que vivió durante
finales del Eoceno y principios del Oligoceno. Se estima que el pájaro rondaría
originalmente cerca del metro 80 de altura, contando con una envergadura aún no
calculada con sus alas extendidas. Sin embargo lo más trascendente de este
hallazgo, según relata el propio Hönninger, son los vestigios de piel junto a
los huesos y la impronta de sus plumas en los mismos. Ya se
habían hallado otros fósiles con vestigios de plumas, concretamente en China,
pero los restos de piel petrificada supone un sensacional hallazgo porque no se
tiene documentación alguna de algo similar en ninguna otra parte del mundo. Según
Klaus Hönninger, que lleva 20 años de trabajo en los desiertos de Ica, en la
zona se encuentra uno los yacimientos de fósiles de vertebrados marinos, más
importantes del mundo. Estima que hay más de mil esqueletos repartidos en todo
el desierto, habiéndose encontrado hasta el momento vestigios de ballenas,
tiburones y hasta pingüinos en estado fósil, pero nunca antes con estas especiales
características.
Restos fósiles del ave, que tuvieron que permanecer en el sitio |
Para terminar con la noticia, me gustaría recordar que desde el mes de
enero se ha estado viviendo una seria polémica en la zona, debido al rally
Dakar, que a su paso por esta tierra desértica, provocó serios estragos en los
vestigios fosilizados del área, lo que trajo como consecuencia el rechazo y
protesta de la comunidad científica peruana e internacional hacia el rally, por
la nula preocupación de las autoridades, especialmente del Ministerio de
Cultura. Asimismo, y según el propio Hönninger, la inadecuada legislación
actual dificulta y, en algunos casos, impide, el estudio, rescate y exhibición
de los restos fósiles que están siendo destruidos por acción, tanto de las
competiciones, como de los expolios y la erosión natural. Si los fósiles fueran
declarados Patrimonio Natural, y pasaran a ser regulados por la Dirección de Biodiversidad
del Ministerio del Ambiente, probablemente quedarían mejor protegidos y se
podría apoyar la investigación, de descubrimientos tan importantes como el que
nos ocupa, un ave de 35 millones de años hasta ahora desconocida, con
características que la hacen única en la historia de la paleontología.
Restos fósiles del ave, que tuvieron que permanecer en el sitio |
Nota: El descubrimiento
de estos restos fósiles de gran importancia, fue realizado de forma fortuita
durante una exploración superficial del terreno. Según la ley de Patrimonio peruana,
no está permitida la recolección de piezas fósiles durante exploraciones para
las que no hayan sido tramitados los permisos y pagadas las tasas (que se
cobran por metro cuadrado de terreno explorado). Sin embargo, en eventos como
el rally Dakar, se permite a los miles de espectadores pasar con sus coches por
encima de esos mismos fósiles, destruyéndolos impunemente, sin ningún tipo de
sanción. Sobre el hallazgo que se relata en este artículo, a día 21 de julio
2013, el problema de la recolección de los fósiles para su análisis e investigación,
por parte del reconocido paleontólogo Klaus Hönninger, aún no ha podido ser solucionado,
y los restos permanecen en su sitio, corriendo el riesgo de ser destruidos
durante eventos como el rally, o simplemente paseos por parte de turistas que
no piden permiso para extraer o destruir lo que por allí encuentren.
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