Desde el pasado jueves 7
de febrero del 2013 en la tarde, los medios de comunicación se hacían eco de un
hallazgo que podría cambiar de forma trascendental la historia que conocemos
del Machu Picchu: el hallazgo en el Edificio de Las Tres Portadas, de lo que
podría albergar la cámara funeraria de la panaca (clan) de Pachacútec y su tesoro. Un
asunto que dará sin lugar a dudas, mucho más que hablar, y cuyos entresijos
envuelven intereses económicos, políticos y académicos que están poniendo
serias trabas a la evaluación rigurosa y objetiva que merecería el proyecto a
raíz de dicho hallazgo, llamado “Machupicchu 2012: En busca de la Cámara
Secreta”. Mientras lees este artículo, puedes escuchar música relacionada en el siguiente enlace: Wipala (Grupo Inkuyo, con fotos de Machu Picchu). Un artículo más reciente y completo sobre el tema Machu Picchu aquí
La flecha blanca indica el Edificio de Las Tres Portadas, donde supuestamente se esconden la tumba y el tesoro |
Alain Bonnet y Thierry Jamin frente a Machu Picchu. 2011 |
La historia comenzó casualmente,
cuando en 2010 el ingeniero francés David
Crespy, recorría Machu Picchu en un viaje de turismo, encontrándose retenido en el sitio por causa de las fuertes lluvias que habían azotado el área, dio con una
sólida muralla que en su parte central, tenía una suerte de abertura rellena de pequeñas rocas, que
según parece, no se correspondían con la línea del resto de la estructura. Se
trataba del Recinto 02, Sector II, Sub Sector E, unidad 03, del sector Urbano de
la Ciudadela Inka de Machu Picchu. Edificio de las tres Portadas. Se
contactó entonces con los arqueólogos de la ciudadela, y estos le aseguraron
que investigarían el asunto, sin cumplir con lo prometido. Fue por eso que
Crespy, ya en Europa, contactó con Thierry
Jamin, arqueólogo francés, director del Instituto Inkari en Cusco, Perú, que lleva 15 años detrás del
Paititi (el mito de El Dorado), y realizando múltiples expediciones en el
sureste peruano, reconociendo y registrando más de 113 importantes sitios
arqueológicos, varios de ellos en proceso de ser calificados como patrimonio
cultural de la Nación. ¿Quién lo creería? Millones de turistas, miles de
arqueólogos, han transitado frente a los muros que tal vez escondan el secreto
mejor guardado de la arqueología peruana: la
última morada del Inca Pachacútec.
Usando el georadar en la entrada del Edificio de las Tres Portadas |
Un poco escéptico, Jamin
se dirigió a la ciudadela Inca, y tuvo la misma impresión que su compatriota. Respecto
a las características del muro que sella el mausoleo, el arqueólogo Daniel
Merino, secretario ejecutivo de Inkari, señalaba que “lo primero que observé
con las piedras que tapan el ingreso al recinto es que éstas habían sido
puestas de forma irregular, sin ningún tipo de argamasa. Esto quiere decir que
por algún acontecimiento significativo en la región, decidieron taparlo de
forma inesperada.” La idea de que los incas cerraron el vano de acceso por una
urgencia que tal vez se dio en la época de la Conquista es compartida por
Jamin: “Probablemente los incas han escondido el tesoro del Cusco en momentos
del caos de la caída del incanato.” De manera que Jamin presentó un proyecto
para realizar una resonancia electromagnética en el edificio que Crespy había
identificado en Machu Picchu, entregándolo el 19 de diciembre de 2011 al Ministerio de Cultura. El 22 de marzo
de 2012 este proyecto era aprobado. El Instituto Inkari coordinaba entonces con
el antropólogo Fernando Astete, jefe
del Parque Arqueológico de Machu Picchu,
con el propósito de establecer las fechas para llevar a cabo las resonancias, y
con la ayuda de un georadar que es capaz de ver en 3 dimensiones hasta una
profundidad de 20 metros, pudo confirmarse la presencia de varias cavidades,
probablemente cámaras funerarias (muchas de ellas muy pequeñas que podrían corresponder
a niños) con grandes cantidades de oro y plata. Incluso se ha podido verificar
la existencia, detrás de la puerta de acceso, de una escalera, que se bifurca y conduce precisamente al
recinto principal y otras cavidades más pequeñas.
El prestigioso arqueólogo peruano Luis Lumbreras. Foto 2011 |
Aprobado el informe del
primer proyecto por el Ministerio de Cultura, el Instituto Inkari presentó un segundo
proyecto, que incluía excavación, necesaria para saber exactamente qué se
esconde debajo del edificio, e intentar desentrañar así uno de los más velados
misterios históricos de la historia del Perú. Sin embargo, el 5 de noviembre de
2012, Ana María Hoyle, a cargo
de la Dirección General de Patrimonio Cultural (Ministerio de Cultura),
denegaba la autorización del segundo proyecto. Los fundamentos y
argumentaciones para la no aprobación del proyecto, reflejan, según mi
entender, algunas consideraciones importantes a la hora de llevar a cabo tan
importante proyecto (en el que tanto está en juego). Es
imprescindible sopesar tranquilamente los riesgos y beneficios implicados. Sin
embargo, también, y como he mencionado al principio de este artículo, se
vislumbran ciertos intereses de índole económico, político y académico, que
están poniendo serias trabas a la evaluación rigurosa y objetiva que merecería
el proyecto a raíz de dicho hallazgo. Una gran
tumba como la de Pachacútec, noveno
gobernante que convirtió el simple curacazgo Inca en un imperio (el
Tahuantinsuyo), bien valdría la pena el desmontar
un edificio o dos de Machu Picchu, más que por el oro y la plata, por el verdadero
tesoro de información que se obtendría.
Estatua a Pachacútec en Aguas Calientes |
Arqueólogos peruanos,
entre ellos David Ugarte Vega Centeno
(director regional de cultura del Cusco) e incluso el afamado Luis Lumbreras (a pesar de que él mismo
considera desde hace años la hipótesis de que Machu Picchu albergara el
mausoleo del Inca Pachacútec), aseguran que es imposible que el lugar sea una
tumba, y menos varias, y entre ellas la panaca
de Pachacútec. El proyecto, de momento, se ha paralizado. Entre sus argumentos
figuran que el sitio ha sido huaqueado
(expoliado) tan profusamente durante la colonia y hasta el siglo XX, que es
imposible que pueda encontrarse algo desconocido… Hace pocos años, algunos
arqueólogos buscaron la tumba de Pachacútec en el Huayna Picchu, pues
consideraban que ya todo había sido estudiado en la ciudadela misma. Se tenía
la idea de que no era posible hacer un hallazgo de esta trascendencia en el principal
monumento incaico. Aunque en realidad,
los estudios sobre Machu Picchu se han limitado a temas de fallas geológicas o
de conservación, pero no se ha investigado el subsuelo, y hay muchas
galerías y socavones esperando la atenta mirada de los arqueólogos. Además,
dicen que la presencia de metales
preciosos no justificaría en sí misma (y en esto estamos de acuerdo),
desmontar un edificio del sitio. Sin embargo, Jamin confirma que la tecnología
empleada ha permitido constatar no sólo la presencia de estos metales, sino de
oquedades que sin duda serían cámaras funerarias.
Los argumentos para
denegar el proyecto ponen además en duda la profesionalidad del equipo del Instituto Inkari, comentando textualmente
que “lo que manejan Jamin y compañía es más una intuición que una hipótesis de
trabajo, y que no es válida para embarcarse en una aventura así. Por otro lado,
sólo el Estado debe evaluar si es pertinente o no realizar excavaciones y este
tipo de labor debe estar a cargo de académicos responsables.” Lumbreras personalmente
hizo notar que “la competencia arqueológica ahora es profesional. Es muy
difícil ver las cosas como era hace muchos años, con descubridores que de
pronto aparecen y dicen hay tal cosa, voy a excavar”. El Director Regional de
Cultura Cusco, David Ugarte Vega Centeno,
señaló: “Estas pretensiones sólo reflejan y nos confirman una vez más que el
único interés de Thierry Jamin es encontrar tesoros ocultos (oro y
plata), sin tener el mínimo conocimiento sobre conservación de una importante
estructura arquitectónica que forma parte de un monumento considerado
Patrimonio Mundial”. Por su parte,
Piedad Champi, directora del Parque, fue quien firmó el informe técnico, y
señala que el proyecto no está dentro de los lineamientos del Plan Maestro de
Machu Picchu, dice que “poco o nada saben sobre conservación”, y que
la apertura del muro generaría “problemas
de inestabilidad estructural”. Sugiere, directamente, que Inkari va en
busca de metales preciosos sin tomar en cuenta el contexto histórico. Respecto
a la “inestabilidad estructural”, la defensa legal de Inkari indica que la arqueóloga Champi se atribuye calidades de
ingeniero civil, competencia que no tiene. Y presentan un informe del
ingeniero civil, César del Carpio,
que garantiza que la apertura del muro no alteraría la estructura del recinto.
Thierry Jamin se defiende, comentando: “Nosotros cumplimos con el Plan Maestro,
nos hubiera gustado que nos digan por qué creen que no lo hacemos. El proyecto
está bien estructurado, con una buena hipótesis, adecuada metodología, y
criterios científicos. Tenemos un
equipo multidisciplinario competente, con buenos antecedentes, pero nos tratan
como si fuéramos huaqueros. Son opiniones subjetivas. Y las
consideraciones sobre conservación de Piedad
Champi nos han sorprendido, porque difícilmente puede rebatir la experticia
de una autoridad mundial en el tema como Víctor
Pimentel, que pertenece al equipo de Inkari”.
Thierry Jumin |
Finalmente, se alertó
que este tipo de anuncio puede despertar
una ola de huaqueo. Claro está, no desean llamar la atención de los
posibles huaqueros que constantemente esperan noticias de este tipo, para ir
tras la caza del tesoro. Pero indudablemente, eso ya está hecho. La Dirección Regional de Cultura Cusco
expresó en un comunicado, la tarde del 8 de febrero, y para que no quedaran
dudas, al ver la repercusión de la noticia, su rechazo de manera contundente al
proyecto de investigación arqueológica por el francés Thierry Jamin, quien en
su condición de codirector del proyecto de Inkari y su equipo técnico,
confirman fehacientemente un hallazgo trascendental que cambiaría la historia
de Machu Picchu. Recordemos varios elementos: que la Fundación Inkari (quien ha
pedido los permisos para excavar) es presidida e integrada por investigadores
extranjeros en su mayoría, y que la misma consiguió el permiso para la
prospección con georadar (pero no para continuar con el proyecto). Que los
intereses turísticos son de importancia vital para Perú, y Machu Picchu es un
icono de identidad nacional, por no mencionar otros intereses que se hallan en
juego en este asunto, ya discutidos. Como podemos ver, la polémica está
servida, y esta noticia, todavía en estado incipiente, va a dar, sin lugar a
dudas, mucho más que hablar.
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Es una complicada elección y entiendo que no es fácil tomar decisiones así por las buenas, estas cosas lleva su tiempo, pero espero que no sea eterno, puesto que me da muchísima curiosidad, si realmente esta la cámara funeraria y en consecuencia la repercusión del asunto en general. Me resulta un tema muy excitante por la serie de factores que impide que se avance en esta materia, solo falta saber quien será el Howard Carter de turno y si realmente el ministerio de cultura se convence de que se puede hacer historia solo con un par de firmas.
ResponderEliminarQuiero pensar que todo el mundo quiere hacer las cosas bien y es conveniente unir esfuerzos en futuros proyectos sin animo de lucro.
Un abrazo y felicidades por tan interesante artículo.
Hola Bird Joss, estoy de acuerdo que son decisiones que deben tomarse teniendo en cuenta numerosos factores. Hay mucho que valorar. El problema es que en este caso particular, me da la sensación de que los intereses (y no los históricos precisamente) están siendo los protagonistas. Gracias por tus comentarios, la verdad, es un tema interesante del cual no dudo sabremos algo más, aunque a veces estas cosas, como sabemos, se silencian de forma abrupta. Esperemos que no sea así en este caso. Un saludo!
EliminarLamentablemente son intereses particulares del director del Parque Arqueológico de MACHUPICCHU Fernando Astete y especialmente de la arqueóloga de sitio (MACHUPICCHU) Piedad Champi Monterroso,, esta arqueóloga inepta desde que empezó a trabajar como arqueóloga en MACHUPICCHU no hizo ningún descubrimiento trascendental solo hallazgos minúsculos, al contrario su falta de capacidad y experiencia hizo que cometiera muchos errores como lo hace ahora difamando a muchas personas relacionadas a MACHUPICCHU, es asi que saco un comunicado difamando a THIERRY JAMIN, bueno la cuestión es que yo estuve ahí observando ese lugar y doy fe que algo hay ahí, y es mas este lugar va a tener que ser intervenido, porque se está deteriorando cada vez mas.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, siempre es bueno tener más información de primera mano, de alguien que ha estado en el lugar de los hecho. Sería mejor si te identificaras :) Pero gracias de todos modos. Saludos desde Barcelona.
EliminarPara mí los que les están poniendo tantas trabas o quieren ser ellos los que lleven a cabo la excavación para colgarse las medallas o peor aún ,hacerse con los posibles tesoros que pudiera haber...
ResponderEliminarAlgo de eso habrá, sin duda... aquí hay demasiados intereses involucrados.
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